Antes de la llegada de los colonizadores españoles, el
señorío xinka se extendía desde la costa del Pacífico hasta las montañas de
Jalapa.
Los xinkas opusieron resistencia a Pedro de Alvarado y sus
hombres, cuando atravesaron la zona rumbo a Cuscatlán.
Finalmente, el conquistador los venció y tomó como esclavos
a muchos de ellos, a quienes obligó a acompañarlo a la conquista de lo que
ahora es El Salvador. De ese hecho se deriva el nombre del pueblo, el río y el
puente Los Esclavos, en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa.
Después de 1575, el proceso de extinción de la población
xinka se aceleró, principalmente por el traslado de la población a otros
lugares y la hispanización gradual de la población. En la actualidad, el xinka,
único idioma indígena cuyo origen no se remonta a los antiguos mayas, está en
franca desaparición, pues lo hablan apenas entre 100 y 250 personas. Según
estudios recientes, es hablado en siete municipios y una aldea de Santa Rosa y
Jutiapa. En 1991 se mencionaba que sólo tenía 25 hablantes, pero en 1997 se
decía que eran 297. Para ese último año, se mencionaba que en Guazacapán, Santa
Rosa, sólo lo hablaban 5 ó 6 abuelos, la mayoría de más de 80 años. Una de la
referencia más antigua sobre este idioma la proporcionó el arzobispo Pedro
Cortés y Larraz, durante una visita pastoral a la diócesis de Taxisco, en 1769.
Los expertos aseguran que la reconstrucción del xinka se puede visualizar como
posible mediante métodos de lingüística histórica y arqueología lingüística,
que pueden ser aplicados por equipos de lingüistas dedicados a este método.
Se sabe que en Chiquimulilla, los Xinkas recolectan sal y
pescan, y los que viven el área rural cultivan maíz. En el señorío Xinka,
que se extendía desde la costa del Pacífico hasta las montañas de Jalapa, hubo
valientes guerreros que opusieron fiera resistencia a Pedro de Alvarado y sus
hombres, cuando atravesaron la zona rumbo a Cuscatlán. Finalmente, el español
los venció y tomó como esclavos a muchos de ellos, a quienes obligó a
acompañarlo a la conquista de lo que ahora es El Salvador. De ese hecho se
deriva el nombre del pueblo, el río y el puente Los Esclavos, en el municipio
de Cuilapa, Santa Rosa.
Después de 1575, el proceso de extinción de la población
xinka se aceleró, principalmente por el traslado de la población a otros
lugares. Eso, según Dalila Gaitán Lara, a la par de la hispanización gradual de
la población (...) incidió en la pérdida del idioma.
Gaitán Lara realizó en 1997 el Breve estudio de la
comunidad lingüística xinka. En la actualidad, el xinka, único idioma indígena
cuyo origen no se remonta a los antiguos mayas, estaba en franca desaparición,
pues lo hablan apenas entre 1000 y 2500 personas, en la actualidad existen más
de 150000 xinkas en sumatoria de los municipios de Jutiapa, Jalapa y Santa
Rosa.
Según estudios recientes, es hablado en siete municipios y
una aldea de Santa Rosa, Jutiapa, Jalapa. En 1991 se mencionaba que sólo tenía
2500 hablantes, pero en 1997 se decía que eran 29700, y en el 2010 con apoyo de
las Comunidades Indígenas, Instituciones Como CODISRA y le Ministerio de
Educación, donde se está llevando proceso de rehabilitación del idioma en
grupos de Docentes que transmitirán el idioma a sus estudiantes como proyecto
ley para rescatar la Identidad del Pueblo xinka en el cual labora su servidor.
Para ese último año, se mencionaba que en Guazacapán, Santa
Rosa, sólo lo hablaban 25 ó 40 abuelos la mayoría de más de 80 años, y la
juventud se está preocupando por aprenderlo.
Una de la referencia más antigua sobre este idioma la
proporcionó el arzobispo Pedro Cortés y Larraza, durante una visita pastoral a
la diócesis de Taxisco, en 1769.
Los expertos aseguran que la reconstrucción del xinka se
puede visualizar como posible mediante métodos de lingüística histórica y
arqueología lingüística, que pueden ser aplicados por equipos de lingüistas
dedicados a este campo.
Desde 1575 los xinkas entraron en lo que se llama
"proceso de extinción" en donde el idioma materno de la etnia se va
extinguiendo debido a la muerte de los hablantes y a la no enseñanza del idioma
a las siguientes generaciones y con el idioma también la cultura, pero con los
acuerdos de paz y la creación de la Ley de Idiomas Nacionales se iniciaron los
intentos por salvar este idioma, y uno de estos intentos fue la creación del
consejo del Pueblo Xinka, el cual se dedica a realizar esfuerzos por salvar el
idioma y la cultura xinka por medio de un estudio gramatical del mismo.
Los primeros habitantes de la región en la época
prehispánica fueron los Xinkas, quienes ocuparon todo el territorio desde la
costa del actual departamento de Escuintla hasta las montañas de Jalapa.
El señorío Xinka de Santa Rosa, fue el más aguerrido y
valiente durante la conquista española en el siglo XVI. El conquistador Pedro
de Alvarado los tomó como esclavos para la reducción militar de Cuscatlán en la
actual República de El Salvador. De este hecho se deriva el nombre del pueblo,
el río y el puente Los Esclavos, en el municipio de Cuilapa. Hay testimonios de
que estos indígenas fueron los primeros esclavos formalmente asignados por los
conquistadores en el paraje que actualmente lleva ese nombre.
Con la llegada de los europeos, los indígenas Xinkas de
otras etnias originarias fueron extinguidos, y los habitantes españoles y
criollas, se asentaron en esas tierras fértiles.
Por esta razón histórica, en la actualidad la población del
departamento es de clara ascendencia mestiza y "ladina vieja", con
conexiones muy directas con los primeros hacendados y ganaderos hispanos. Sin
embargo, actualmente en algunos municipios como Chiquimulilla y San Juan
Tecuaco, existe una tendencia a la inmigración de habitantes de la República de
El Salvador.
La vida del departamento se inicia alrededor del pueblo que
se llamó Nuestra Señora de los Dolores o de la Candelaria de los Esclavos, el
cual en 1570, contaba con un sacerdote. El 21 de agosto de 1573, a solicitud de
Baltazar de Orellana, síndico procurador, las autoridades del reino acordaron
la construcción del puente de Los Esclavos, que se inició en 1592.
Las comunidades xinKas En adelante se caracterizan cuatro
comunidades xincas cuyo denominador común es su régimen comunal de tenencia de
la tierra. Estas son la Comunidad Agrícola de Jumaytepeque en el municipio de
Nueva Santa Rosa del departamento de Santa Rosa, la Comunidad Indígena de
Yupiltepeque, que es al mismo tiempo municipio, la Comunidad Indígena de
Jutiapa, ambas en el departamento de Jutiapa y en el municipio de Chiquimulilla
de Santa Rosa, la comunidad indígena xinca de Las Lomas. Existen otras
comunidades indígenas xincas dispersas en estos y otros departamentosque han
perdido el régimen comunal de tenencia de la tierra.
En Chiquimulilla existen dos barrios indígenas: Santiago y
San Sebastián. Ambos poseían terrenos comunales, los indígenas de Santiago
poseían El Astillero (1,5 caballerías equivalente a 67,5 hectáreas) situado en
las tierras bajas del municipio y San Sebastián, El Pajal que aún conserva. En
la década de 1960, Una tradición relevante respecto de la tierra que los xincas
actuales mencionan como costumbre de sus antepasados, es la limpieza colectiva
de los mojones del común. Esta se hacía cuando las autoridades convocaban mediante
el toque del pito y el tambor. Al escucharlos, en la madrugada, los pobladores
se dirigían a los mojones donde trabajaban todo el día. En la comunidad de Las
Lomas de Chiquimulilla, los dirigentes se han planteado el rescate de esta
costumbre.
Cuando los xinKas hablan de sus abuelos, se refieren a una
identidad perdida en la historia del despojo y el etnocidio. Se refieren a un
pasado mítico en el que la posesión del territorio permitía la conservación de
la cultura, el idioma, el traje y las formas tradicionales de organización
social. El racismo, la discriminación, la pérdida de la tierra y la represión
de sus rasgos identitarios más evidente les obligaron a asimilarse, aunque
aparencialmente, a la sociedad dominante. Se perdió el hilo conductor del
tejido social y cultural de los originales xinKas, pero no se perdió la memoria
que constituye el punto de partida para los procesos actuales de
reestructuración identitaria. La historia oral de este pueblo es el relato de
las relaciones con los otros culturales. Desde la Conquista, cuando el otro
suponía la relación entre el conquistado y el conquistador hasta el presente,
cuando denota la relación entre el expropiado y el expropiador de la tierra.
Sucesos Históricos Importantes
“De acuerdo a la comunidad indígena Xinka del municipio de
Jutiapa, Los Indios de la Justicia. En el año de 1601 los nativos protestan
porque el padre Antonio de España edifica una casa de su propia autoridad
perjudicando los sembrados que los nativos tenían y que servían para asegurar
su alimento. De la misma manera el español Juan Orozco de Ayala, solicita a
España un sitio que se componía de cinco caballerías de extensión territorial
viendo esto los indios justicia se opusieron armando un tremendo pleito y
protestando ante su majestad, exigiendo la medición de las tierras propiedad de
ellos en esta región”. “En 1708 se vuelve a actualizar el asunto de la
construcción de la iglesia…… como siempre fueron los justicias y común del
pueblo de San Cristóbal de Jutiapa, los que ese mismo año piden a la Audiencia
se les conceda la cuarta parte de su tributo para emplearlo en la construcción
de su iglesia”
El municipio de Jutiapa con un área de 620 kilómetros y a
una altura de 895 metros sobre el nivel del mar, limita al norte con el municipio
de Monjas (Jalapa), El Progreso y Santa Catarina Mita (Jutiapa); al este con
Asunción Mita, Yupiltepeque y El Adelanto (Jutiapa); y al oeste con Quesada
(Jutiapa) y Casillas (Santa Rosa).
Durante el período hispánico se le conoció como San
Cristóbal Jutiapa otorgándosele la categoría de Villa en 1847 y de ciudad por
Decreto Gubernativo No. 219 del 15 de septiembre de 1878, ratificado el 6 de
septiembre de 1921.
La historia de los primeros habitantes del valle de Jalpatagua, Departemento de Jutiapa.
Aunque la mayoría de la población de la región suroriente
pertenece a la etnia no indígena, en algunas áreas habitaron y aun habitan
comunidades oriente de la sur-oriente, por lo que se ara descripción general de
la historia y características culturales del oriente de Guatemala.
En la época prealvaradiana, la región estuvo habitada por
los grupos chorti (Zacapa y Chiquimula), alaguilac (San Cristóbal
Acasaguastlan), poqoman (Jalapa), pipily xinka (Santa Rosa y Jutiapa), (Stoll,
1958). De estos grupos únicamente el xinka y el pipil no son de o origen maya
sino amerindio y Mexicano. Actualmente solo el xinka tiene hablantes en
esta área en Guatemala.
Los chorti estaban asentados desde el sur hasta el área de
Copan, con quienes mantenían relaciones culturales y comerciales. Cuando fueron
invadidos por grupos de origen chichimeca (los pipiles de México) dieron origen
a un grupo lingüístico conocido como alaguilac (Stoll, 1958), que existió por
San Cistobal Acasaguastlan, Cabañas u San Juan Usumatlan. Los pipiles obligaron
a los chortis a desplazarse por la sierra del Merendón, abarcando Zacapa,
Izabal y Chiquimula (terga, 1980).
Los picimames es un grupo que existe en la región desde el
periodo Pedro Ayampuc, chinautla, Mixto y palin, en el departamento de Guatemala,
y hacia el sur llegaba hasta Asunción Mita, en jutiapa, abarcando parte del
territorio de Santa Rosa, por la laguna de Ayarza, colindando con el
asentamiento xinka.
Los xinkas ocupaban una franja en el sur, desde Guanagazapa
en Escuintla, Guazacapan Taxisco, Santa Cruz Naranjo, (actualmente seca) en
Jutiapa, Santa Maria de Las cruces ahora yupiltepeque, jutiapa franja central,
y su acentamiento mayor en la montaña de jutiapa colindante con Santa Rosa de
lima, que colindaba con territorio pipil.
Los pipiles originalmente provienen del norte de México; se
asentaron en el área alrededor del siglo XII en invasiones periódicas.
Estuvieron asentados en el área limítrofe del lago de Guija.La conquista del
oriente de Guatemala estuvo a cargo de los capitanes Juan Pérez Dardon, Sancho
de Barahona y Bartolomé Becerra en 1524. En 1529 hubo una rebelión indígena y
fue entonces cuando Hernando de Chávez y Pedro Amalia, intervinieron, logrando
la conquista total del territorio en el año 1583.
En 1550, el rey de España ordena el establecimiento de
corregimientos y alcaldías en el Reino de Guatemala. Estas organizaciones
territoriales abarcaban regiones muy amplias con varias poblaciones indígenas
ya organizadas en encomiendas. Así, en el siglo XVII, habían once corregimientos
en el Reino de Guatemala, incluyendo en el de Chiquimula de la que actualmente
corresponde a los departamentos de Izabal, Jalapa, Zacapa Chiquimula, El
Progreso, Jutiapa y parte de Santa Rosa.
El 26 de Noviembre de 1831, se declaró a Chiquimula como
departamento de Guatemala, cuyo cabecera departamento era Livingston. Este
departamento colindaba al oeste con Verapaz, al este con Comayagua, al sur con
Escuintla, Sacatepequez y Sonsonete. Durante el mismo año se originaron tres
distritos: Jutiapa, Jalapa y en Santa Rosa. No fue hasta el 23 de febrero de
1852, que Santa Rosa se elevó a la categoría de departamento. El mismo año
Jutiapa como cabecera departamental. En el año 1873 se crea el departamento de
Jalapa, tomando territorio de Jutiapa, argumentando que la extensión del
departamento de Jutiapa era muy grande, que se dificultaba la vigilancia de las
autoridades en todos los puntos de comprensión. Este decreto fue modificado
gradualmente, hasta que se separa el actual departamento de El Progreso, de
Jalapa.
La época colonial influyo notablemente en la distribución de
la tierra de la región, comercialización de productos colonización,
asentamientos humanos y utilización de recursos naturales. Los cultivos de la
región en la época colonial eran añil, algodón, cacao, azúcar, tabaco y
achiote. En lo que hoy conocemos como Chiquimula, Jalapa, Jutiapa y el
Progreso, la principal actividad productiva fue la pecuaria: ganado vacuno,
lanar porcino y mular, la cual se facilitaba por la gran producción de pastos.
Por la abundancia y ferocidad de los pastos de este excelente territorio y gran
comodidad de sus aguas, se tubo desde el principio de nuestras fundaciones todo
el país (Acasaguastlan) por muy dispuesto y adecuado para la crianza de ganado
de este género (Fuentes y Guzmán, 1932).
Muchas familias criollas y españoles eran comerciantes y
transportistas; utilizaban su ganado mular para transportar productos hacia el
Golfo Dulces (Izabal). El puerto Santo Tomas de Castilla ubicado en esta región
fue de gran importancia y muchas veces atacado por barcos piratas, lo que
obligó al establecimiento del Castillo de San Felipe, que funciono como un
fuerte de defensa ante los ataques.
Existen muy pocos datos de los primero habitantes del valle
de Jalpatagua sin embargo, la historia nos dice que era un valle con alta
población de indios xinkas que poblaron Comapa Jalpatagua y conguaco.
Eran aguerrido e invencible y que con valentía y bien
organizados defendieron su soberania ante los colonizadores ibéricos.
Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas:
yosoyxinka.blogspot.com