Las trompas o trompetas
Para dar mayor volumen al sonido del caracol, se prolongó su
canal interior, y el extremo opuesto a la embocadura, se expandió en forma de
campana. Entre los pueblos Xinkas, las trompetas alcanzaron longitudes inusitadas
de hasta cinco o seis pies de largo. Esa clase de trompetas produce una escala
de valores armónicos bastante semejantes al cuerno. Eran fabricadas con madera
o con cañas revestidas de estuco, barro y hojas de cierta clase de palma, se
decoraban con cintas.
La flauta:
Es uno de los instrumentos de viento más antiguos que
se conocen. Las flautas Xinkas, se caracterizaron por la poca común longitud de
sus embocaduras y por la buena calidad de su sonido. Generalmente eran de forma
tubular, también había globulares. Las construían con carrizos, barros, nefrita
y huesos, siendo frecuente el uso de huesos animales se le daba
la terminación de la boquilla con ocote y cera de abeja. Era
corriente el uso de flautas múltiple con ellas podían emitir a un mismo
tiempo varios sonidos, de acuerdo con el empleo que ellos hicieran de sus dedos
para obstruir o dejar libre el paso del viento por los agujeros.
Sonajas y sonajeros:
Las emplearon mucho, dándoles un carácter mágico que los
vinculaba con lo sagrado y lo sobrenatural, por ello, por eso antiguos abuelos
los representaron como atributos de ciertas energías ancestrales, al
lado de bolsas para el incienso de pino, copal y los objetos
destinados para las ofrendas. Para fabricarlas se empleaba el barro, madera,
cobre, los más corrientes eran construidos con calabazas y con frutos
del árbol de morro pintados de rojo oscuro y atravesados en su medio por una
varita de madera que sirve para sostenerlos y agitar las semillas o
piedrecillas que producen el sonido.
Pitos:
Hay una gran variedad de pitos y silbatos hallados. No
fueron usados solamente como instrumentos de música, sino también en la cacería
de aves y pequeños mamíferos. Sus formas y sonidos son muy variados. Los hay
que revisten formas humanos y los hay con figuras zoomórficas; los hay simples,
dobles y triples. Las flautas globulares, así como las tubulares, son menos
comunes.
Los raspadores: son cierta clase de instrumentos musicales
dentados, son de origen muy antiguo. Están fabricados con huesos humanos, a
menudo en forma de falo, se usaban en rituales de carácter erótico o bien para
rendir homenaje a los cuerpos difuntos. Su sonido dependía de los materiales
con que estaban hechos y de las ranuras que se les habían labrado
así también estaban fabricados los más comunes con morro doble o
chunete.
Esta música pone énfasis en la ornitofonía, pues fueron los
pájaros los maestros del indígena, quien inspira los cantos o directamente los
copia o imita.
La música xinka se aprende y ejecuta tradicionalmente, pasa
del maestro al aprendiz, aunque el desarrollo de la melodía parece simple no se
ajusta a ella el ritmo y es difícil registrar la cadencia.
El silbato de los espíritus oscuros:
Caña de azúcar, piel de rana y plumas son algunas de los
materiales naturales que utilizaban para crear "el silbido de
la energía oscura", el instrumento musical siempre son
descubiertos junto a las urnas funerarias de los hombres xinkas.
EL TAMBOR:
Los tambores son los instrumentos más antiguos sobre la
tierra, y según nuestro pueblo, la vibración del tambor ayuda a conectarse
naturalmente con los cuatro elementos primigenios: agua, tierra, aire, fuego.
Nuestro pueblo ha confeccionado tambores desde tiempos
inmemoriales combinando la vida animal y la vegetal para así crear un
instrumento que suene y retumbe no solamente a través el aire sino que a través
del tiempo. Todos los elementos de la naturaleza son usados para la
creación-construcción del tambor, que representa el círculo de la vida de todos
sus aspectos. La confección de un tambor es labor de un conocedor abuelo guía
de nuestra tribu. Primero debe buscar un tablón de madera lo suficientemente
largo como delgado para que una vez tratado con el vapor de agua hirviendo
pueda doblarse formando un círculo y conformar los bordes del tambor.
El proceso para remover la piel del animal (venado, cirvo o
conejo) es una operación larga y delicada puesto que debe “remojarse” sin
sobre exponer la piel. Una vez retirada la piel y limpia, ésta se
estira por encima del madero-tambor y se deja secar. Al secarse la piel se
va engrosando y tensando. Para “afinar” su sonido, se lija la piel
cuidadosamente. La ejecución de una danza o baile para nuestro
pueblo tiene vital importancia en la expresión de su cultura
ancestral; puesto que los que danzan lo hacen sintiendo y siguiendo
los latidos de su propio corazón y el ritmo fundamental de la vida misma.
Al mismo tiempo, los golpes del tambor van acompañados de canto. Esta es
una expresión intracultural que varía e identifica la herencia ancestral
de nuestro pueblo, aunque muchas danzas y canciones son multisonoricas y
forman parte de sus repertorios en el pasado y en el presente.
Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas: yosoyxinka.blogspot.com