JUMAYTEPEQUE, NUEVA SANTA ROSA
Esta es una comunidad, que está situada al norte del Departamento
de Santa Rosa y es precisamente en el municipio que lleva, el nombre de Nueva
Santa Rosa. A donde pertenece, esta
comunidad tiene mucho de la historia de la Cultura Xinka. En consecuencia, podemos
decir que cuenta con un buen número de pobladores que siguen con mucho apego
sus tradiciones culturales, aún se encuentran hablante del idioma xinka, cuenta
con muchos sitios arqueológicos y lugares Es por ello que Jumaytepeque es una
de las comunidades, donde aún nos encontramos con manifestaciones claras de los
valores y principios de la cultura xinka.
Jumaytepeque siendo una comunidad donde podemos encontrar mucho de
la cultura xinka, los ancianos juegan un papel importante para la conservación
de la cultura, por eso es que sus ancianos y líderes de la comunidad son
celosos de lo que a un conservan y por ello no tan fácil dan información a las ONG, o personas
que estén interesadas en recabar información histórica, por eso sus líderes y
ancianos no son accesibles a brindar información. Esta es una comunidad que
vive en extrema pobreza con manifestaciones claras de exclusión discriminación
y racismo.
En esta comunidad, no existe croquis, porque fue poca la
información que se obtuvo. Por tanto es una comunidad pendiente de profundizar
en materia de sitios y lugares sagrados.
ALDEA IXTAHUAL SAN
JUAN TECUACO, SANTA ROSA
El municipio de San Juan Tecuaco, o Texcualco esta conocido también como lugar de la
Serpiente de Piedra. Está ubicado en la parte alta de la costa sur de Santa
Rosa tiene una población de 3,000 habitantes. En este municipio hay varios lugares que los ancianos xinkas
visitaban para hacer sus rituales espirituales para guardar los tesoros de la
iglesia y sus mismos utensilios.
Es por ello que se hace mención de Koyejix, es una posa de agua
con una enorme peña donde realizaban rituales espirituales. Está a una distancia
de casco urbano de 6 kilómetros por carretera de terracería.
Para conocer un poco de este lugar buscamos un anciano de la
comunidad para que nos relatara un poco de su niñez e infancia vivida, en esta
lugar conocimos a don Pedro Casimiro, hombre de 75 años de edad, nieto de don Modesto Casimiro y
sobrino de tata Maco, Macario Casimiro, hace mención de estos personajes conocedores
de la historia de estos lugares muy importantes de la Cultura Xinka. Modesto y
Macario, ellos eran 4 Hermanos dueños de donde actualmente está la peña y la
posa del Koyejix.
Don Pedro relata que la posa y la peña tenían algo en común, en
ella los guardianes espirituales daban tamales. Por debajo de la posa existe un
túnel que va a dar a la peña, y era en la peña donde daban los tales el
guardián que habitaba, en el lugar sagrado de la peña de Koyejix.
Cuenta don pedro, que la única persona que podía entrar a la posa
y atravesar el túnel que existía bajo la posa y que tenía, 500 metros de
distancia hasta la peña, era don Macario Casimiro más conocido como tata Maco.
Quien tenía la virtud de poder ingresar a la posa porque los antepasados le
habían heredado poderes sobrenaturales, y es por ello que él era el único en
meterse bajo la posa, todo aquel pescador que llegaba a pescar a la posa y le pedía
tamales a tata Maco, él les daba a toda perdona para que compartieran en
familia.
Pero no solo eso se daba, la peña que existe es en un lugar
importante y los hermanos Casimiro Modesto, Pedro, Tiburcio, Macario Celebraban
en este lugar de la peña los días de fiesta patronal de San Nicolás y el día de
la Virgen de Mercedes, todos allí comían tamales y bebían licor, el licor lo
llevaban de la comunidad cercana que se llama Ixtahual donde habitaban
aproximadamente unas cien personas.
En la época de los días grandes de Semana Santa, arriba en la peña
se oye sonar una caja o tum, tambor, y pito. Narra don pedro que hasta hoy en día
los hermanos Casimiro dejaron cuidandero en la peña, que se transforma en
garrobo, venado, culebra lo hacen con el fin de que se conserve el lugar
sagrado. La posa del Koyejix fue destruida porque el rio se salió de su cauce
provocando por el huracán Mitch y ahora solo queda la peña y es por ello que
todavía es cuidada con mucho recelo por los hermanos Casimiros, esta es la razón histórica que la peña y la
posa, son considerados lugares sagrados, por realizar allí rituales
espirituales.
Según el relato que nos dio el abuelo Pedro Casimiro un hombre con
un conocimiento tan importante, para las nuevas generaciones, y para la
valorización de la Cultura Xinka.
ALDEA EL CAMALOTE GUAZACAPAN, SANTA ROSA.
Aldea el camalote, del municipio de Guazacapan Departamento de
Santa Rosa. Es una comunidad de descendencia xinka, en este municipio,
Guazacapan es actualmente la cuna de los hablantes xinkas, También se
caracteriza territorial y urbanística, con sus casas de palma y tejas de barro
y calles empedradas, más su naturaleza. Según información recabada aquí, había gente
que hablaba el idioma y al fallecer estos, se limitó a utilizarse en el seno de
las familias y últimamente las personas mayores por discriminación tienen
dificultades para hablar el idioma en público.
La aldea Camalote se ubica, en el sur de la aldea Platanares a 3 kilómetros
de la carretera panamericana donde según lo abuelos que hacían lo rituales
religiosos.
Según información obtenida las ceremonias se realizaban
utilizando, candelas rojas y blancas en formas de cruces, esta era realizada
por dos personajes, que tenían el conocimiento y la autorización para hacerlo y
que se conocían con el nombre de capitanes uno bueno llamado Agapito Alvarado y
el otro malo llamado Andrés García, (la expresión bueno y malo hace referencia
a lo positivo y lo negativo como elementos complementarios) Según versiones del
señor Cándido García. En este lugar es más conocido como lugar en donde hacían
las ceremonias los abuelos Xinkas, encabezado por Agapito Alvarado, persona que
tenía el don del conocimiento sobre la espiritualidad, quien se conducía de un
lugar a otro, volando como una bola de fuego, según la información recabada sobre
dicho señor, esta persona tenía la capacidad de manejar su energía de forma
equilibrada en armonía con la naturaleza, según los abuelos informantes lo
nombraban como capitán, él era el principal, quien pedía en sus ceremonias, para que hubieran buenas
cosechas para todos.
También según la narración de ese lugar a medio kilómetro abajo existen
4 pilas donde teñían sus telas los antepasados xinkas, es de mucha gente
conocido que los xinkas eran artesanos por naturaleza y este centro de pinturería
era uno de los principales centros de producción de pinturas y de teñidos, de
donde salían los mejores tejidos xinkas.
Estas pilas están ubicadas en la propiedad de la señora: Adelaida Centeno,
debido a que su propietario no conocía de lo que representaba la pila para
nuestra cultura. Fueron descuidadas y ahora quedaron cubiertas por vegetación del
lugar.
Conociendo un poco de estos, podemos decir que en el municipio de
Guazacapan encontramos nuevos sitios y ciudades antiguas, así como lugares
sagrados utilizados por los xinkas. Todos estos conocimientos son aportes para
que los valores y principios culturales y representados, dándoles el valor
real.
Estos lugares, se encuentran a un kilómetro de distancia de los
cerros que servían para hacer rituales.
ALDEA SINACANTAN CHIQUIMULILLA, SANTA ROSA.
Aldea de Sinacantan, en el municipio de Chiquimulilla,
Departamento de Santa Rosa. En este lugar se hiso un recorrido por la parte
baja de la aldea con el fin de recopilar un poco más de la información sobre
los lugares sagrados. Sitios y ciudades antiguas que existen en el lugar. Es
por ello, que juntamente con uno de los líderes xinkas del lugar señor Venancio
Quiñones, visitamos varios lugares que hasta hoy en día no se han podido
documentar las riquezas con que se cuenta en esta zona de montañas.
Entre los lugares con que se cuenta tenemos: Naropichiche, (Tierra
de olor agradable) Históricamente es muy importante para la cultura xinka de
esta comunidad y del departamento de Santa Rosa, Esta aldea antiguamente era un
municipio.
Como indicábamos anteriormente Naropichiche, quiere decir Tierra
de olor agradable y es donde está enterrado el rey Xinacán. En este lugar no
solo podemos decir que ahí está el rey Xinacán, sino que también podemos decir
que existen evidencias de una ciudad asentada en ese lugar, ciudad que se desarrolló
con su propio gobierno en el lugar aún se encuentra los muros que tiene
alrededor y sus piezas de artesanía que se encuentra bajo su tierra. Todo esto hoy
en día es patrimonio de la comunidad.
También podemos decir que al ingresar a la ciudad de olor
agradable (Naropichiche) encontramos un cerro, el cual se usaba como garitas
para resguardar la ciudad. Para poder tener un control de quienes llegaban al
lugar así no ser sorprendidos por visitas inesperadas. También se encuentra una
piedra un poco enterrada con signos o escrituras antiguas que aún no se han
descifrado, pero los nativos del lugar piensan que tiene relación con el calendario
xinka. Dicho lugar sagrado está en propiedad privada, según la información
antes era terreno comunal, hoy es terreno privado.
También se cuenta con dos lugares sagrados, la posa de agua Zarca
y la posa del Salto en donde venían a hacer sus rituales para pedir al dios del
cielo y la tierra por la salud y cosecha del año en favor de las comunidades.
La posa del salto tiene una caída de gua de aproximadamente cuatro metros de
altura. Este lugar que ahora mencionamos, están ubicados al este del municipio
de Chiquimulilla. Y tiene una distancia desde el ingreso de la orilla de la carretera
de terracería de 2 kilómetros adelante desde la propia aldea, pero si hablamos
desde el municipio de chiquimulilla hay 7 kilómetros de distancia hasta su
ubicación.
ALDEA
MARGARITAS, CHIQUIMULILLA SANTA ROSA.
Comunidad de margaritas, ubicada a orillas de la carretera
panamericana sobre el kilómetro 126 ruta a el salvador.
Esta comunidad, cuenta con una serie de valores culturales que son
parte de la herencia del pueblo xinka, y es una ciudad antigua, que está en la
parte alta de la montaña de la comunidad.
Para poder recopilar mayor información sobre la historia de este
lugar que está a varios kilómetros de distancia. Contactamos con uno de los
ancianos del lugar y a la vez es el dueño del terreno donde se encuentra este
sitio de origen xinka. Don Pedro Mijangos, es el dueño y es precisamente el que
nos narra, que en su terreno existe una cueva enorme y que es donde los xinkas
se escondieron, de los españoles, y no solo ellos si no que nuestra descendencia
siempre la ocupo como un refugió, pues también 1954, en el tiempo de ala
agraria, la usaron como refugio. A partir de allí esta cueva conocida como la
cueva de los Mijangos, por todo los lugareños, ha sido muy visitada por
personas del medio educativo.
Escuelas, institutos hasta unos cuantos vecinos que quieren
conocer esta enorme cueva que tiene 35 metros de entrada y 25 metros de largo,
hasta donde uno puede llegar pues ya que este cueva no podido ser investigada,
hasta lo profundo, pues en ella se encierra un misterio que no ha sido
conocido, y por ello narro don pedro, esta cueva es considera un sitio
arqueológico pues es visitada por muchas personas de nuestra región y por ello
invita a organizaciones como el copxig, a que cuidemos y conservemos lo que
todavía nos queda de los antepasados xinkas.
La cueva de los Mijangos lugar de refugio de la historia de la
Cultura Xinka sigue encerrado un verdadero misterio.
COMUNIDAD
INDÍGENA XINKA DE SAN JUAN YUPILTEPEQUE.
Esta comunidad, cuya superficie es equivalente a la del municipio
del mismo nombre, se encuentra en el departamento de Jutiapa. Se encuentra a
una altitud de 1.040 msnm y su clima es templado. Limita al norte con Jutiapa;
al este con Asunción Mita y Atescatempa; al sur con Jerez; al oeste con
Zapotitlán y El Adelanto, todos del departamento de Jutiapa. La población del
municipio es de 13.079 habitantes, la mayoría dedicados a la agricultura (café,
maíz, frijol, sorgo, arroz y sandía, en orden de importancia). Las tierras del
municipio son administradas por la Comunidad Indígena de San Juan Yupiltepeque.
Lo que hoy se conoce como el municipio de Yupiltepeque, tiene un origen
prehispánico. De acuerdo al señor Lucio Ventura, el nombre de Yupiltepeque
viene del dialecto pipil-xinka, donde yupil significa pueblo de flores y tepeq,
cerro de la deidad. Otra versión afirma que el nombre refiere al cacique Tepoc,
que habitaba en la cima del cerro de los pipiles, actualmente aldea Pueblo
Viejo.
Las tierras comunales de Yupiltepeque tienen su origen en la
cédula real del 2 de agosto de 1664, mediante la cual el rey las otorgó para el
asentamiento del pueblo de indios de Yupiltepeque (área de las actuales aldeas
de Pueblo Viejo, El Sillón, Las Brisas, El Tetunte, El Sauce, El Llano, El
Calvario, Las Lazas y La Perla). Posteriormente, el 12 de agosto de 1879, las cofradías locales (San Nicolás, Santa
Cruz, San Juan, Virgen de Concepción) recaudaron los fondos necesarios que de
acuerdo a la tradición oral provinieron de la venta del ganado de los
pobladores, pudiendo adquirir del gobierno de Justo Rufino Barrios las tierras
donde se asentaron las aldeas El Jícaro, Estanzuela y El Amatillo. Ambas
propiedades fueron unificadas el 22 de abril de 1881 e inscritas en el año de 1910,
constituyéndose en lo que actualmente se conoce como el municipio de San Juan
Yupiltepeque.
La comunidad xinka de San Juan Yupiltepeque posee en propiedad
comunal una extensión de tierra de 5.821,12 hectáreas (129 cab, 44 mz y 9.910
v2) según la escritura pública número 5.475, folio 55, libro 34 del Registro
General de la Propiedad. Esta propiedad ha sido administrada en forma comunal
de acuerdo a los estatutos establecidos en el Acuerdo Gubernativo del 29 de
marzo de 1944, que establecieron tres categorías de explotantes: i)
propietarios (de forma colectiva), ii) condueños (poseedores), iii) Extraños
(arrendatarios).
“Según decreto de gobierno del 23 de febrero 1848, del
departamento de Mita se dividió en tres distritos para su mejor administración,
los cuales eran Jutiapa, Santa Rosa y Jalapa, quedando Yupiltepeque dentro de
la jurisdicción de Jutiapa. Estos distritos dejaron de existir el 9 de octubre
de 1850, cuando por decreto de Gobierno los poblados volvieron a sus antiguas
jurisdicciones. El 8 de mayo de 1852 se emitió el decreto gubernativo que creó
el departamento de Jutiapa, entre cuyos poblados se mencionó a Yupiltepeque.
Los xinkas
de Yupiltepeque en relación con la tierra
Los xinkas de Yupiltepeque han mantenido en propiedad comunal 129
caballerías, 44 manzanas y 9.916 varas cuadradas de terreno, según la escritura
pública 5475, folio 55 del libro 34 inscrita en el Registro General de la
Propiedad. Tierra que han administrado
de una manera muy especial bajo su propia normativa establecida en el Acuerdo
Gubernativo de fecha 29 de marzo de 1944 que contiene los estatutos de esta
comunidad indígena. Para los efectos legales de acuerdo a los estatutos de esta
comunidad indígena en relación a la tenencia de tierra se consideran tres
categorías: colectivo-propietario, condueño-poseedor y extraños-arrendatarios.
La propiedad comunal data del 2 de agosto de 1664 de conformidad
con las escrituras que existen, cuando el rey de España por gestiones de los
primeros pobladores indígenas donó la primera fracción para la constitución del
pueblo de Yupiltepeque. La segunda fue una compra que se efectuó el 12 de
agosto de 1879 al gobierno de Justo Rufino Barrios, con la cual se formaron las
aldeas de El Jícaro, Estanzuela y El Amatillo.
La compra de esta fracción la llevaron a cabo las cofradías de San
Nicolás, Santa Cruz, San Juan y Virgen de Concepción, para lo cual tuvieron que
vender la lana del ganado de su propiedad. La primera fracción de tierra
adquirida es la que hoy integran las aldeas de Pueblo Viejo, El Sillón, Las
Brisas, El Tetunte (ahora San José Vista Hermosa), El Sauce, El Llano, El
Calvario, Las Lajas y la Perla. El 22 de abril de 1881 se obtuvo un solo título
que une las dos fracciones en el Registro General de la Propiedad. El 29 de
marzo de 1944 fue reconocida por el Estado la normativa propia de la
administración de esta tierra.
La Comunidad Indígena Xinka de San Juan Yupiltepeque es la
expresión organizada de los indígenas que pueblan el municipio. Aunque desde el
siglo XVI reconocen una historia organizacional, la forma actual de la
comunidad data de la década de 1920 y fue legalizada el 29 de marzo de 1944. Sus estatutos dicen que “la
Comunidad Indígena de San Juan Yupiltepeque, Jutiapa, es un conglomerado de
personas unidas por vínculos raciales e intereses comunes, asociados para
conservar los bienes que constituyen el patrimonio de la misma, para la
explotación de sus terrenos, intensificación de la agricultura, desarrollo de
la industria y mejoramiento cultural de los asociados.”
La Junta Directiva está compuesta por siete miembros que
permanecen en sus funciones por un período de dos años. Cuenta con dos
representantes por aldea que están al tanto de los problemas respecto a la
tierra. Los estatutos de la comunidad desempeñan un papel importante en la
regularización de las tierras comunales, ya que todos los condueños, poseedores
y usufructuarios de terrenos se someten a sus disposiciones. Los derechos de
posesión de los comuneros, así como sus transacciones de compraventa están regidas
por las mismas normas.
Los comuneros pagan un derecho anual, de acuerdo a la extensión de
terreno que han declarado como posesión. No existe certeza sobre la superficie
de tierra en manos de cada comunero, por lo que la Junta Directiva piensa
realizar un censo de tierras. De esta manera podrán estimar exactamente el
derecho anual y regular herencias, traspasos y arriendos, entre otros actos.
Alguien que no es de la comunidad únicamente puede explotar
tierras bajo la figura de arrendamiento. Si un extraño contrae matrimonio con
una mujer de la comunidad, tiene derecho a trabajar tierras de la comunidad,
pero se trata únicamente de un derecho de uso. Los hijos heredan el derecho de
posesión de la parcela. Cuando no hay herederos, las parcelas regresan a la propiedad
de la comunidad. En relación a la tenencia de la tierra ésta se encuentra
distribuida de la siguiente manera: un 98% es propiedad comunal y el restante
dos por ciento se considera.
LAS LOMAS DE CHIQUIMULILLA, SANTA ROSA.
Esta comunidad habita en el barrio de San Sebastián en la ciudad
de Chiquimulilla, cabecera del municipio del mismo nombre en el departamento de
Santa Rosa en el pacífico de Guatemala. Está formada por cerca de 200 familias
que son a la vez condueños de un terreno comunal ubicado a cinco kilómetros de
la ciudad con una superficie de 270 hectáreas (6 cab). Su título de propiedad
comunal data de 1889 y está inscrito en el Registro de la propiedad (números
1227 y 344, folios 215 y 76, libros 48 y 23 de Santa Rosa).
En Chiquimulilla existen
dos barrios indígenas: Santiago y San Sebastián. Ambos poseían terrenos
comunales, los indígenas de Santiago poseían El Astillero (1,5 caballerías
equivalente a 67,5 hectáreas) situado en las tierras bajas del municipio y San
Sebastián, El Pajal que aún conserva. En la década de 1960, El Astillero fue
parcelado por el Instituto Nacional de Transformación Agraria (INTA) y
entregado a sus antiguos comuneros y otros beneficiarios. El hecho que ambos
barrios poseyeran terrenos comunales en áreas distintas definió un sistema de
intercambio de productos basado en la complementariedad. El Astillero estaba
ocupado por bosques de especies maderables y en El Pajal crecían gramíneas que
se utilizaban para construir los techos de las viviendas. En consecuencia, San
Sebastián trocaba paja para techo por madera para construir las casas con
Santiago. Los bejucos (llamados localmente tripe vieja) que eran el otro
material de construcción de la arquitectura tradicional se obtenían también
mediante intercambio con la finca San Bernardo colindante con El Pajal. Las
tierras no se utilizaban para cultivo y constituían la reserva de material de
construcción para comunidades indígenas urbanas dedicadas a la agricultura en
tierras propias o arrendadas y otros empleos urbanos. Hasta la década de 1960,
estos barrios indígenas se caracterizaban por sus viviendas de madera con techo
de paja y con una estructura amarrada con bejucos. En verano, los incendios
frecuentemente afectaban gran cantidad de viviendas y esto provocó paulatinamente
la sustitución de los techos por láminas de metal y, al parcelarse El Astillero
y perderse el sistema de intercambio de materiales, con paredes de bloques de
concreto.
Ambos terrenos, desde el siglo XIX, y antes según la memoria
local, eran administrados por un principal electo por la comunidad que
permanecía un año en su cargo, pudiendo ser reelecto. Este principal tenía a su
cargo la gestión de la tierra, la asignación de sus productos, la
administración del intercambio y la resolución de conflictos entre los
comuneros. Para ello, contaba con una normativa consuetudinaria no escrita pero
legitimada por la costumbre y la memoria local.
Principal, definía también la fecha en que “al toque del pito y el
tambor”, los comuneros debían reunirse a limpiar los mojones del común,
circundado por un muro de piedra en la mayor parte de su circunferencia. Una de
las funciones del principal era la custodia de los títulos de propiedad comunal
de 1889.
A principios de la década de 1970, Miguel Ángel García, principal
de San Sebastián, preocupado por los incendios y el riesgo en que ponían la
integridad de los títulos de propiedad decidió depositarlos en la municipalidad
de Chiquimulilla, en cuyos archivos podrían estar protegidos. En 1980, los
comuneros decidieron mejorar el camino desde el barrio San Sebastián hasta el
terreno comunal y para ello solicitaron un préstamo de maquinaria a la
Dirección General de Caminos. Recolectaron 17.500 quetzales y con ellos
pudieron pagar combustible, salarios de los trabajadores de caminos que junto
con su trabajo, permitió la construcción del camino hacia el común que es
mantenido por los comuneros. En 1987, la comunidad gestionó un proyecto de agua
potable para el cual debían obtener un derecho de paso cruzando la finca Tierra
Grande Alta la que, a cambio, les solicitó otro derecho de paso que debía
inscribirse como escritura de servidumbre. Al iniciar los trámites para esa
escritura, en 1990, se percataron que El Pajal había sido inscrito a favor de
la municipalidad durante el tiempo que esta había tenido sus títulos en
depósito. Allí inició una lucha por la recuperación de derechos que culminó en
1995 cuando la municipalidad les reintegró sus títulos comunales.
Entre 1954 y 1995, cuando se firmó el AIDPI, los gobiernos
militares y la guerra constituyeron un obstáculo para que la comunidad se
pudiera reunir y tomar decisiones sobre sus tierras comunales, también para
organizarse como comunidad indígena Xinka. Sin embargo, en 1980, decidieron
sustituir el antiguo sistema de administración a cargo de un principal, por una
Junta Directiva responsable del terreno del “pueblo indígena de Chiquimulilla”
como reza la escritura de 1889. Esto, como una respuesta a los cambios sociales
y productivos que enfrentaba la comunidad. Con la pérdida del sistema de
intercambio las transformaciones en la arquitectura tradicional, la presión
sobre la tierra y la invasión de las gramíneas tradicionales por pastos más
agresivos, las tierras de El Pajal habían comenzado a ser cultivadas desde
principios de la década de 1970 y era preciso un sistema de gestión capaz de
manejar una mayor complejidad de uso y derechos. La Junta Directiva se
constituyó basándose en una reglamentación que recoge los lineamientos
generales del sistema consuetudinario que manejaban los principales pero aun
rigiéndose cotidianamente por las normas no escritas que legitimó el derecho
local de tierras durante generaciones.
Actualmente, la comunidad indígena xinka de San Sebastián mantiene
su terreno comunal asignado en usufructo a sus comuneros que lo explotan
siguiendo las normas definidas por su derecho consuetudinario. Una caballería y
media continúan como bosque comunal y se ha reforestado con pinabete media
caballería más con el propósito de proteger fuentes de agua y disponer en el
futuro de productos del bosque. Para no repetir la experiencia de El Astillero,
la comunidad no permite la construcción de viviendas en el común y solo tres
familias han sido autorizadas a vivir allí, responsabilizándose además de
cuidar los cultivos de los otros comuneros. Aunque disponen de títulos de
propiedad legalmente inscritos, al igual que las otras comunidades xincas,
afrontan invasiones de tierra por parte de finqueros colindantes que no
reconocen sus derechos y cuentan con poco apoyo de las autoridades judiciales.
Los xincas de San Sebastián participan activamente en el proceso
de recuperación de su identidad étnica junto con las otras comunidades y han
constituido grupos de estudio sobre la lengua, las tradiciones y sus normas
consuetudinarias de gestión territorial.
SAN CARLOS ALZATATE
El territorio en donde se encuentra en territorio Xinka por
algunas evidencias: Los linderos de los terrenos están señalizados con zanjas y
por el tapado negro que usan algunas mujeres de las comunidades vecinas. Estas
dos son parte de esta cultura. En San Carlos Alzatate es el municipio de
Jalapa, en el existen ancianos que hablan todavía la lengua Xinka.
Acompañado de su clima frío y nuboso y de sus comunidades Xinka y
Pocoman de ellas es una muestra de su cultura y tradiciones.
El terreno xinka usted además de observar y estudiar su flora y
fauna, la que es abundante y específica de la Zona de Vida Bosque Muy Húmedo
Montano Bajo Subtropical, en el Cerro Miramundo.
Municipio del departamento de Jalapa. Se encuentra ubicado en la
parte sur oriental del departamento, su extensión territorial es de 25 km2.
Dista de la cabecera departamental Jalapa 54 km. Las coordenadas de
localización del centro urbano son: latitud 14° 29’ 50” N; longitud, 90º 03’
27” O y 1,720 MSNM. Celebra su feria patronal en honor a San Raymundo el 15 de
marzo.
Fue creado el 2 de marzo de 1860, siendo sus primeros habitantes
los indígenas que habitaban la aldea Alzatate en la hacienda El Potrero Grande,
la cual pertenecía al departamento de Santa Rosa, esta fue dividida en sectores
y el municipio recibió el nombre de Santa Cruz Alzatate; luego en honor a la
imagen de San Raymundo de Peñaforth, se asignó el nombre de San Raymundo
Alzatate a quien se le conoce como patrono del pueblo. En 1938 el intendente de
este
Municipio, Tiburcio Santiago, lo denomino con el nombre de San
Carlos Alzatate, como se le conoce actualmente.
En su territorio se eleva el volcán Alzatate, con 2,050 metros de
altura y el Cerro Miramundo, importante punto de repetición y emisión de
sistemas de telecomunicaciones del país.
Sus cultivos básicos son el maíz, frijol, trigo y frutas como
duraznos, granadillas y anonas. Entre las artesanías se destacan la cerámica
tipo alfarería, jarcia, muebles sencillos de madera, artículos de palma como
escobas, trenza y sombreros de palma, cerería, trabajo del cuero, ladrillos y
tejas para la construcción.
COMUNIDAD XINKA SANTA MARIA Y SANTA ANITA NIXTIKIPAKE IXHUATAN.
Santa María Ixhuatan es un pueblo que organizaron los españoles
durante la colonia y al que le dieron el nombre de TODOS LOS SANTOS ISGUATAN,
con el que figura en el índice alfabético de las Ciudades, Villas y Pueblos del
Reino de Guatemala, dependiente del curato de Xinacatán, en el partido de
Guazacapan.
No aparece en cambio entre los pueblos del Estado de Guatemala que
se repartieron en circuitos para la administración de Justicia por el Sistema
de Jurados que se decretó el 27 de agosto de 1,836, pero si está entre los
municipios que formaban el Departamento de Santa Rosa al promulgarse la
Constitución de la República de Guatemala de 1,879.
El origen de su nombre viene de Ixhuatan que significa Ixhuatl =
palma o palmeras; Tlan = sufijo de locativo lo cual puede traducirse como
“Lugar de Palmeras” (familia: palmaces). Título en lengua Xinka: Szampiyá.
En 1,835 fue creado como municipio del Estado de Guatemala en
1,836, aparece como municipio del departamento de Santa Rosa estado ubicada en
su cabecera municipal donde actualmente se encuentra. Según acuerdo del 27 de
enero de 1,875, se separa del municipio de Santa María Ixhuatán, la comunidad
de Santa Anita Nixtiquipaque para formar un nuevo municipio, ubicado en su
cabecera municipal en dicha comunidad, predominando en este nuevo municipio la
cultura Xinka, pero en 1,937 para a integrar nuevamente como Aldea del
municipio de Santa María Ixhuatan, regresando todos los libros de Registro de
nacimiento, defunciones, cédulas y matrimonios así como los de matrícula de
tierra a la municipalidad de Santa María Ixhuatan.
Es importante hacer mención que Santa María Ixhuatán, tenía dentro
de su territorio tres fincas, La Finca Santa Bárbara registrada como Finca
Nacional, donde hoy se encuentran asentadas las comunidades (aldeas), aldea
Santa Bárbara, aldea El Cuje, aldea El Zapote, aldea El Pital, aldea Los
Achiotes, aldea El Irayol y los caseríos de El Zaral, Los Amates y el Renacimiento,
así como también la finca La Gloria y caserío Chanchonjo. Otra de las fincas es
la Finca Nacional Chuchuapa, la cual fue entregada a una Cooperativa Agrícola,
quedando un área para los comuneros donde actualmente se encuentra la aldea
Chuchuapa.
El territorio del municipio se encuentra registrado en el registro
de la Propiedad Inmueble a nombre de la Municipalidad, por lo que sus
habitantes únicamente son poseedores usufructuarios que viven en tierras
ejidales del municipio, lo que no les permite poder registrar la propiedad
sobre los inmuebles que poseen.
El Título de Propiedad que fue otorgado por el Estado de Guatemala
a la Municipalidad de Santa María Ixhuatán, se encuentra escrito en Lengua
Xinka Szampiyá.
Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas:
-Sitios Arqueológicos y lugares Sagrados del pueblo xinka. Autor:
Copxig.)
-yosoyxinka.blogspot.com
-yosoyxinka.blogspot.com