viernes, 23 de agosto de 2013

DATOS HISTÓRICOS DEL PUEBLO XINKA

1.1.DURANTE  EL PERIODO PRECLÁSICO

Los datos recabados por varios arqueólogos en Santa Rosa y la Costa Sur de Guatemala, permiten deducir que los primeros poblados del área se situaran en el rico ambiente de los esteros (es un canal angosto y somero por donde ingresan y salen las mareas a un río). El sitio más grande a inicios del Periodo Preclásico fue Chiquiuitán; (está considerada como una de las aldeas más tempranas de Mesoamérica). Este poblado está localizado actualmente en la parte de la costa sur de Guatemala, específicamente a 3 kilómetros de aldea  Monterrico., de Taxisco, Santa Rosa.
Existieron también otros sitios de menor tamaño como:
1.      Ujuxte,
2.      Pulido,
3.      Canal,
4.      Salinas,
5.      Santa Rita,
6.      Palos Adentro, o Cinco Palos y
7.      Aguadulce (todos cercanos al Canal de Chiquimulilla). 

“Ninguno de estos sitios contiene indicios de estructuras (construcciones) ceremoniales o administrativas, de modo que probablemente no existió una organización jerárquica regional, es decir, las ciudades no conformaban un sistema, sino eran más bien unidades independientes.” (Estrada 1998: 49).

“Entre los años 1300 a 1150 a.C., la economía de estas comunidades se basaba en la caza y recolección de plantas y semillas. Posterior a esta fecha aparecen las primeras piedras de moler  en Chiquiuitán, lo cual nos puede indicar que se estaba procesando maíz y otras plantas, y por ello, se cree que marca el inicio de la agricultura. La cerámica encontrada en el área de Chiquiuitán comparte el estilo de otras regiones de la Costa Sur, la mayoría de vasijas de esta época tienen forma de tecomate. Posteriormente (alrededor del 850 a.C.), el estilo cerámico de Chiquiuitán muestra afinidad con Kaminaljuyú y Chalchuapa.” (Estrada 1998: 51).

Durante el Preclásico Tardío (400 a.C. – 250 d.C.) la Costa Sur guatemalteca experimentó un acelerado crecimiento poblacional. El área más densamente poblado fue la del Río Los Esclavos. Debido a la forma en que están distribuidos los asentamientos, Estrada Belli (1998:76) opina que para entonces estos ya estaban organizados jerárquicamente en cuatro entidades políticas. Según ésto, los sitios fueron:

1.      Nueve Cerros; situado en el aluvión del Río Los Esclavos.  El sitio tiene 9 pirámides altas (10 Mts. de alto), y estructuras alargadas en el lado este que recuerda a los complejos astronómicos de otros sitios arqueológicos del Preclásico

2.      Ujuxte; a 1 kilómetro al sur de Chiquimulilla.  Es un sitio Preclásico (400 a.C. – 200 d.C.), descubierto recientemente en la boca costa. Su plaza principal, tiene 9 Estelas y 5 altares orientados astronómicamente. Es un ejemplo único de complejo religioso de Altar-Estela en esta región de Guatemala, que sobrevivió sin ser detectado e intacto, a pesar de su localización en un campo cultivado. 5 de las Estelas y sus altares asociados, se encuentran en las cuatro esquinas de la Plaza, orientadas astronómicamente porque se encuentran alineadas con el equinoccio a 90º.

3.      María Linda; junto al Río del mismo nombre, en Santa Rosa.

4.      La Nueva; en la planicie aluvial del Río La Paz, Jutiapa.

“Estos asentamientos contenían centros cívicos ceremoniales que funcionaban como distritos administrativos, alrededor de los cuales había numerosas construcciones residenciales. Se considera el Ujuxte, como un sitio pequeño al inicio del Preclásico, y que se transforma en un sitio con mayor densidad poblacional en el Periodo Preclásico Tardío. Puede ubicarse los sitios de Cantarrana y Bonete, más chicos, pudieron pertenecer a la periferia de Nueve Cerros, el asentamiento más grande de los sitios de esta época, que además habría podido fungir como centro regional primario. Se cree que los bienes de intercambio elaborados por todos estos centros pasaban por Nueve Cerros antes de intercambiarse con otras regiones.” (Estrada Belli, 1998: 77).

1.1.DURANTE EL PERIODO CLÁSICO.


“A inicios del Periodo Clásico se nota en la costa sureste de Guatemala una interrupción política y demográfica, es decir, un declive en la población. Algunos arqueólogos, entre ellos Payson Sheets (1979), sostienen que este hiato en la historia de los grupos de la costa pudo deberse a la erupción del Volcán Ilopango, en El Salvador (260 d.C.), el cual destruyó varios poblados y bloqueó importantes rutas de comercio que eran esenciales para mantener las alianzas políticas y el intercambio de bienes de prestigio entre los gobernantes de esta región. Esto supondría que algunos de los sitios fueron desocupados temporalmente debido a migraciones hacia otras zonas. Sin embargo, a mediados del Periodo Clásico se registra un resurgimiento demográfico y un cambio en los patrones de asentamiento y la arquitectura cívica/ceremonial. Se dejan de construir las plazas abiertas con pirámides situadas en los puntos cardinales y monumentos de piedra (típicos del Preclásico en sitios como Nueve Cerros y Ujuxte), y empiezan a construirse plazas fijas tipo acrópolis de espacios cerrados con un templo/pirámide al centro rodeado de construcciones más bajas.” (Estrada 1998: 149).

Los sitios más poblados durante el Clásico fueron la parte baja del Río Los Esclavos y su estero, asimismo la parte baja del Río Paz, también con su estero. En total se han identificado 76 asentamientos de este periodo en la zona, agrupados en tres categorías: aldeas, centros pequeños (o secundarios) y centros grandes (primarios).

“Otros sitios más pequeños son los Cerritos, ubicado en Santa Rosa, Limones (a 4 km del océano), Talpetate (8 km al sur de Taxisco), Paraíso (a un costado del Río Paz) y Asturias Dos (en la orilla del Río Grande a 3km de Chiquimulilla), entre otros. (Al igual que a finales del Periodo Preclásico”, según Estrada Belli (1998: 120).)
“En el Periodo Clásico también existieron cuatro entidades políticas primarias, estas cuatro grandes ciudades actuaron como capitales regionales, las cuales fueron:

1.      La Máquina; fue el más grande e influyente de todos los sitios, ubicado a 7 kilómetros del océano sobre un afluente del Río Los Esclavos.
2.      La Nueva; fue el segundo sitio más grande, el cual creció desde el Periodo Preclásico.
3.      Maneadero; ubicado a ambas orillas del Río Mandadero
4.      Durazno; ubicado en un pantano hacia el final del Río Pajal.

Alrededor de estas entidades políticas Xinkas se organizaron centros pequeños y aldeas, formando así una jerarquía de tres niveles de tamaño. Es importante señalar que La Máquina ejerció una fuerte centralización, y existen evidencias que sus gobernantes se encontraban muy involucrados en el intercambio de bienes de prestigio con grupos foráneos. Probablemente La Máquina actuó como centro encargado de unificar ritual y administrativamente su área circundante para reforzar la identidad grupal.” (Estrada 1998: 118-125).
En este sentido, el área de Santa Rosa durante el Periodo Clásico pudo ser parte de un sistema regional económico y culturalmente unificado.

“En este periodo (Clásico) aparecen similitudes en arquitectura, cerámica y escultura con los estilos de la región de Escuintla (incluyendo Cotzumalguapa), indicio de una fuerte interacción con los habitantes de estas regiones. Además, hacia el final del Periodo Clásico, los sitios de La Máquina y la Nueva interactuaron con la esfera Maya del sureste, que incluía el valle medio del Motagua, el altiplano suroccidental, el altiplano suroriental de El Salvador y el valle de Copán (Honduras). Es probable que estos dos sitios hayan jugado un importante papel en la interacción de la poderosa elite de Copán y sus aliados del altiplano guatemalteco y salvadoreño, con la élite de la Costa del Pacífico de Guatemala. Hacia el final del Periodo Clásico, cuando el poderío de Copán empezó a decaer, procesos similares de rompimiento del orden social y desintegración del sistema de asentamientos, empezaron a ocurrir en la costa sureste y regiones aledañas.” (Estrada 1998: 125-128).

“Durante el Periodo Clásico Tardío aparecen en la Costa Sur abundantes esculturas ejecutadas en un estilo artístico “mexicano”, o no Maya, pero que llegó a ser muy característico de la región. Éste estilo fue llamado “Cotzumalguapa”, y consiste principalmente en figuras humanas no mayas en escenas narrativas talladas en bajorrelieve, o en figuras individuales talladas en bulto. Las escenas narrativas generalmente incluyen individuos asociados con símbolos que se refieren al juego de pelota, al sacrificio y a la muerte. En el estilo Cotzumalguapa, el rostro humano es angular y presente una frente sin deformación que sube verticalmente de una nariz filuda y recta (muy diferente al “perfil maya” que presenta una frente aplanada y nariz aguileña). El ojo es ovalado, los pómulos son altos, y para acentuar las mejillas una profunda fisura se extiende desde la nariz, por toda la orilla de la boca, hasta la barbilla. Un elemento clave es que el pie se presenta de perfil. El hueso del tobillo se representa como un pequeño disco redondeado.” (Hatch y Rubio, 1999: 205).

En resumen, el área de Santa Rosa y la Costa Sur, aunque étnicamente diversa, albergó sociedades que compartían rasgos culturales similares, lo que permitió el intercambio de ideas y bienes entre grupos del área desde el Periodo Preclásico hasta el Postclásico.


1.1.DURANTE EL PERIODO POSTCLÁSICO

“Según indica la evidencia obtenida hasta hoy, fue el de menor densidad poblacional en la Costa Sureste de Guatemala. Los datos de excavaciones muestran que el área de Santa Rosa durante el Periodo Postclásico disminuyó de 20-30,000 habitantes a 2,000, y el número de asentamientos bajó de 76 a 8 ó 12. Hasta la fecha se conoce con certeza de 7 sitios que tuvieron una ocupación continua durante el Postclásico:

1.      Atiquipaque; ubicado sobre el volcán Tekuamburro, cerca del Río Pajal.
2.      Sinacantán; (ubicado entre el volcán Tekuamburro y la montaña Consulta.
3.      Nancinta; ubicado en una planicie al sureste del Río Los Esclavos y Ulapa, a unos 500 metros del moderno Nancinta.
4.      Pasaco; en Jutiapa, sobre el sistema montañoso del grupo volcánico de Moyuta, a 5 kilómetros del actual pueblo Pasaco, y
5.      Chiquiuitán; repoblado sobre el antiguo sitio del periodo Clásico.

Existen otros sitios del que se tienen pocas evidencias, quizá porque fueron habitados en forma dispersa. Sin embargo, documentos históricos mencionan los sitios de Taxisco, Guazacapán y Chiquimulilla.” (Estrada, 1998: 131-141).
Los documentos históricos como el de Inocencio del Busto (ASGHXXXV: 103), nos muestran que la mayoría de estos pueblos eran de origen Xinka.

“Entre los años de 1,974-75, el Dr. Lawrence Feldman dirigió un reconocimiento arqueológico de superficie en la costa sureste de Guatemala, donde describió cinco sitios localizados en la región Xinka. Éstos fueron:

1.      Szamiepuey; Atiquipaque; ubicado en la finca Santa Anita El Jobo en Escuintla
2.      Unul; Tacuilula
3.      Cueza; Nancinta
4.      Jutiapa, y
5.      Gueymango

Además, se visitaron sitios como Tagtiszampeya (Tepeaco), el Jobo, Montaña Hermosa, Sabana Grande, entre otros. En los mismos años se recolectó información etnográfica moderna en las localidades actuales de Guazacapán, El Arenal, Astillero.

Es importante indicar que la mayoría de comunidades coloniales tenían cuando menos dos nombres, uno en Xinka y otro en Náhuatl, el idioma de los pueblos mexicanos que acompañaron a Alvarado en sus expediciones a Guatemala. Éstos fueron muchas veces reportados por historiadores como Maldonado de Matos (1770). Por ejemplo, la comunidad conocida con el nombre Náhuatl de Tacuilula es llamada “Unul” por Feldman, su nombre Xinka. El sitio conocido como Guaya (que en Xinka significa milpa), fue llamado “Tlacuilula” (idioma Náhuatl)  por el arqueólogo Edwin Shook, el cual no debe confundirse con el Unul o “Tacuilula” sin la “l”. El nombre Xinka, de Atiquipaque es “Szamiepuey”, el de Guazacapán es “Tzimaja” y el de Ixhuatán es “Zsampiya”. (Feldman et.al, 1,975:1).

A toda ésta información bibliográfica obtenida se registra que el territorio que ocupa la actual República de Guatemala, forma parte del área cultural denominado Mesoamérica, que abarca desde el centro de México hasta el norte de América Central. En este espacio geográfico florecieron varias culturas de las cuales una corresponde a lo que hoy es Guatemala: la cultura Xinka,  con la convivencia e interrelación con otras culturas del territorio Mesoamericano y de Guatemala en especial.

1.    RESUMEN SOCIOHISTORICO DEL PUEBLO XINKA


1.1. ANTES DE LA INVASIÓN

Lo que se conoce, es que los Xinkas se han caracterizado por guardar celosamente sus territorios y aunque sus pueblos antiguos estuvieran cercanos diseñaron y cavaron zanjas en los linderos, los cuales delimitaron espacios territoriales entre los pueblos.  

Con esta descripción nos permitimos abordar algunos apuntes históricos de la vida cotidiana de comunidades Xinkas con mayor poderío a la hora de la llegada de la conquista o la bien llamada invasión española. Esto nos permite ubicarnos en el contexto social, político, económico, cultural y más, en relación a la cultura del Pueblo Xinka.

Existen algunos reconocidos historiadores y arqueólogos que han realizado estudios y que coinciden en señalar, que el Pueblo Xinka se ha manifestado como un pueblo claramente distinto al pueblo Maya. Estos investigadores en sus estudios realizados ubican los orígenes en relación a la cultura Xinka a un pueblo indígena de los aztecas (México), específicamente con el Náhuatl que son descendientes de los aztecas.

Otra teoría que resalta también, es que en Brasil se ha establecido una tribu, que tiene muchos rasgos o elementos culturales parecidos a la cultura Xinka.

La antropóloga Rita Grignon  señala al referirse a la cultura Xinka, como una cultura propia, con estructura orgánica definida, con idioma propio, con modelos arquitectónicos diferentes a las culturas Mesoamericanas, que le dan una particularidad especial al Xinka, hasta hoy poco conocida.

Otro elemento que le sirve como indicador a Grignon es el de la cerámica que ésta posee y que tiene un toque final diferente al de su época con las culturas mesoamericanas, por lo que establecen diferencias marcadas a las otras culturas.

“Exactamente no tenemos una reconstrucción de este dato, pero sabemos, por ejemplo, que usaban la técnica con baños de pintura como  un acabado de superficie a la pieza” 
La antropóloga Rita Grignon, fundamenta la afirmación de Franz Termer, al expresar que los Xinkas “son un grupo prehispánico, indígena, cuyos orígenes étnicos no han sido determinados con claridad, los antropólogos sabemos que son nativos y que tienen una cultura muy propia, que requiere años de estudio, estamos seguros de que los Xinkas son un grupo individualizado, con una autonomía y una diversidad muy propia que no sabemos de donde llegaron con su enigma”.

En cuanto a su filiación Brinton no establece relación, pero al regionalizar el Xinka ubica al oriente de su territorio a una colonia de Popolucas, pueblo que se supone emparentado con los Mixes del Istmo de Tehuantepec. Lo interesante de la referencia y de acuerdo a la clasificación de Kaufman (1974 – 83) a la familia Mixe zoque pertenecen el Zoque y el Popoluca.

Franz Termer, Director del Museo Etnográfico de Hamburgo, Alemania asegura lo siguiente “los xinkas del oriente se puede contar entre los habitantes más antiguos de aquella región, que habita allí con bastante anterioridad a la llegada de los pipiles a las zonas de las costas”  Termer  continua diciendo “los xinkas son representantes de una raza autóctona de la América Central Septentrional, dicha afirmación sitúa la ubicación de los Xinkas en el Sur y Oriente de Guatemala, argumentando que a su parecer existe en la zona sur y oriente antes de la llegada de los pipiles de relación Náhuatl”.

Los Xinkas fueron los primeros habitantes de la región; Sur Oriente de Guatemala, que ocuparon un territorio que abarca desde la costa hasta las montañas de jalapa. El señorío Xinka fue conocido en tiempos Prehispánicos como uno de los más aguerridos de la región, por ello lograron asimilar a otras culturas.
Históricamente las referencias que se hacen sobre la cultura Xinka, señalan a un pueblo distinto a los  ya conocidos por los españoles, las características  culturales difieren entre Mayas, Aztecas, Toltecas,  Olmecas  o Náhuatl entre otros.

Cabe resalta aquí que la infraestructura utilizada en sus casas era sustentada en la cuatriedad,  al utilizar cuatro horcones  cubiertos alrededor con palo pique o varas, su techo piramidal era cubierto con paja; llamado como casas bajareque.

Lo que se puede destacar es que sus habitantes eran grandes guerreros perseverantes y de buena talla, organizados en micro gobiernos independientes y compuestos por poblaciones numerosas, con territorios delimitados para garantizar su gobernabilidad, al grado que la figura de su gobierno era corporativa.

1.1.DURANTE LA INVASIÓN.

La primera mención que se hace de los Xinkas es en la Carta de Relación, escrita por Pedro de Alvarado a Hernán Cortés, en julio de 1,524, en donde explica que después de haber vencido a los Pipiles en su reino Escuintepec; Escuintla, siguió su camino a Cuscatlán o El Salvador por el Sureste y dio con un pueblo llamado Atiepak (Atiquipaque); justo al pasar el Río Michatoya se encontraron con este poblado; sus intérpretes K’iches y Pocomames no pudieron descifrar nada de lo que hablaban porque era una lengua distinta y eran por sí, gente diferente a los Pipiles que había dejado atrás. Los españoles fueron recibidos en paz, pero pronto los naturales comenzaron a huir y al terminar el día, el poblado estaba abandonado; lo mismo ocurrió en Tacuilula y en Taxisco.

Se dice que cuando los españoles  viajaron hacia Cuscatlán,  antes de llegar a lo que hoy es Santa Rosa, los Xinkas ya los esperaban con perros muertos sacrificados a la entrada del pueblo, lo cual era señal   de desafío, guerra y mal recibimiento a los españoles. Sin embargo los Xinkas con la diplomacia que les caracterizaba, recibieron a los invasores, en un gesto muy humano, para conocer sus intencionalidades seguramente y con propósitos para medir interés, capacidades, y estrategias de los invasores, aspecto que no podía lograrse con la violencia en sus inicios.

El primer contacto de los españoles con el pueblo Xinka, lo establecen bajo la vía del dialogo, con un interés ideológico de dominio. La diferencia de su gente, de su lengua y de su estructura política, hace  a los españoles alcanzar sus fines, movidos por el interés de control político y económico, para  la complacencia de  la realeza española,  al extremo de estar dispuestos a la aplicación del genocidio y etnocidio con el pueblo Xinka, sin  valorar su cultura y su organización política.


“Alvarado entró en contacto con los Xinkas por primer vez después de vadear el Río Michatoya e ingresar en el pueblo de Atiquipaque y deseando calar la tierra y saber los secretos de ella para que su majestad fuera más servido y tuviese y señorease más tierras, determiné partir de allí y fui a un pueblo que se dice Atiepak, donde fue recibido de los señores naturales y este es otra lengua y gente por sí”
Frente a este ejército muy numeroso, Atiquipaque fue quien dirigió la primera resistencia Xinka, fue conocido y admirado por desarrollar una estrategia de guerra que superaba a la misión española, la que con justa razón señala Fuentes y Guzmán: “La tropa española que sumaba seis mil hombres con sus indios auxiliares (entre Kaqchiqueles, Mexicanos y Cholutecos), libró dos fieras batallas contra los defensores Xinkas de Atiquipaque. Alvarado estuvo en trance de muerte al ser herido su caballo, tener que desmontar y luchar cuerpo a cuerpo”.
Atiquipaque fue el primer pueblo Xinka en ser conquistado y los cronistas refieren que los habitantes de éste pueblo se defendieron con hondas, varas y flechas y pusieron fosas disimuladas en el camino que seguían los españoles. En Recordación Florida se  hace referencia a la utilización de ondas, varas o púas, flechas, macanas y saetas, es decir a la utilización de armas envenenadas; “adobadas las púas con pestilentes yerbas, morían los tocados con su veneno con sed inapagable en dos o tres días aunque la herida fuese tan ligera y que de ella hubiera vertido una sola gota de sangre….” (Fuentes y Guzmán Recordación Florida de tomo II, PÁGINS 115).

Relatos históricos demuestran que Pedro de Alvarado y el ejército español  tuvieron serias batallas  al enfrentarse con los Xinkas en la conquista  del territorio. La resistencia Xinka, se cree, hizo retroceder a Alvarado y su gente en más de dos oportunidades, por lo que Alvarado tuvo que recurrir a reforzar su ejército y a desarrollar estrategias de división  para triunfar.
Un segundo enfrentamiento con comunidades Xinkas y españoles fue en Nancendelan (Nancinta). Acá la resistencia de los Xinkas fue atacar la retaguardia del ejército invasor, matando muchos indios auxiliares y  apoderándose de gran parte del “fardaje” (hilados de ballestas y herrajes). Los españoles permanecieron allí ocho días con el propósito de recobrar los pertrechos y castigar a los Xinkas. Alvarado envió mensajeros con requerimiento y mandamientos y les apercibió que de no venir en paz los haría esclavos y herraría, pero no regresaron. Una mañana lluviosa después de tres días de asechos, en la arboleda los atacó por sorpresa y les causó gran estrago, sobre ello comentó Bernal Díaz “más valiera que así no lo hiciera sino como mandó su majestad…..”

La población Xinka luchó fuertemente en contra de los invasores españoles; éstos al final lograron su objetivo, y varios de los sobrevivientes Xinkas de estas batallas, fueron llevados como prisioneros al pueblo que llegó a tener el nombre ilustrativo de “Los Esclavos”, actualmente en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa. Pedro de Alvarado logró  someterlos y los tomó como esclavos para la reducción militar de Cuscatlán (Salvador).

Como es característico de los pueblos originarios, el ser leal a sus propios principios y valores, fue la mejor opción de los Xinkas, para resistir a la invasión al conocer las intenciones de los mismos, el
mayor honor fue pelear para defender la vida de su civilización y su cultura construida durante siglos, frente a  un ejército que según los historiadores sumaba los seis mil hombres.
Según Pedro de Alvarado, el fin era cumplir con los propósitos de la realeza española, bajo el argumento de evangelización del nuevo mundo. Usaron para ello la fuerza, la imposición, la prepotencia, y la superioridad de una cultura dominante frente a una civilización con una cultura milenaria, a la que hay que aplicar cualquier política o método de violencia con el fin de doblegarla al servicio del rey.
A la llegada de los españoles existía una estructura civilizatoria Xinka, sustentada en principios y valores construidos históricamente desde tiempos inmemoriales, que  constituían al mismo pueblo en una nación propia.

El Pueblo Xinka, fue un pueblo aguerrido, si al final no lograban rechazar al enemigo ellos eran vencidos. En las noches desaparecían del lugar refugiándose en la densa montaña, cuando amanecía el invasor se sorprendía porque los indígenas ya no estaban según informes de Pedro de Alvarado,  es decir que no era tan fácil  hacer ESCLAVOS a los indígenas Xinkas . Los Xinkas al igual que los mayas sabemos que no  fue una conquista,  sino que más bien  fue una invasión.

Mientras  que los indígenas  Xinkas solo manejaban las flechas y lanzas envenenadas,  los invasores traían armas y caballos. No fue una batalla en las mismas condiciones. Además de usar flechas y lanzas envenenadas, los indígenas Xinkas se defendían   al cavar zanjas grandes, anchas y profundas con púas envenenadas en el fondo, que los que caían seguramente morían. Otra característica de los asentamientos Xinkas, consiste en que siempre se ubicaron cerca de ríos pequeños o en alturas o cerros, por ejemplo: el pueblo antiguo de ATIEPAK O ATIKIPAKE  se encontraba entre dos ríos, de la misma manera el pueblo antiguo de XINAKAN hoy NAROO     PICHICHI se encuentra en la parte más alta y en medio de dos ríos con clara visión de defensa contra los enemigos. Para invadirlos tenía primero que cruzar cualquier río, luego subir para la parte más alta, lo que les daba la oportunidad de rechazar al invasor, dejándole caer piedras grandes, flechas y lanzas  para no permitirles que ingresaran al asentamiento.

1.1.DESPUES DE LA INVASIÓN

“Este pueblo también sufrió la incursión de los Tlaxcaltecas traídos por  Pedro de Alvarado y dice que es probable que entre los siglos XVI y XVIII algunos pequeños grupos de Xinkas hallan emigrado tierra adentro y hacia el norte dirigiéndose a Yupiltepeque, Atescatempa y Comapa”.
Pocos son los investigadores que han incursionado al pueblo Xinka para conocer particularidades de los componentes de su forma de vida, concentrándose la mayoría de ellos en estudios lingüísticos, por lo que dejan grandes vacíos en características globales de la cultura, que hoy son tan necesarias para comprender su situación sociopolítica.
La historia se limita a señalar, que los Xinkas eran un grupo muy hábil para la guerra y con tipo de organización muy avanzado. Según Marco Vinicio Mejía al parafrasear a Fuentes y Guzmán, señala que los españoles trabajaron una estrategia para colonizar a los Xinkas, una vez tuvieron conocimiento previo de las diferencias culturales, porque el esquema y experiencia de colonización les había dado un patrón de comportamiento en la expedición iniciadas meses atrás, sustentaba la estrategia de control político, y socio económico y sociocultural, aun así la invasión a los Xinkas no fue nada fácil.
Este hecho de rebelión del pueblo Xinka, marca la diferencia con los mayas y otras culturas mesoamericanas, porque está apegada a principios culturales vinculados a la autonomía política, principio irrenunciable que ha permanecido en el tiempo hasta nuestros días entre los Xinkas, aspecto que se registra en la historia política de los mismos.
La resistencia de los Xinkas registrada en la historia y manifestada en la guerra, refleja la solidez de sus principios y valores culturales y los adelantos del pueblo  en esa materia, y fundamentalmente su visión de solidaridad y organización para resguardar la vida comunitaria; la misma se perfila como parte de su espiritualidad, el respeto y valor de la vida individual y colectiva.
Es de fundamental importancia reconocer el rol que durante la historia han jugado las mujeres, quienes al morir  sus compañeros de hogar no han doblegado sus principios culturales a la cultura de violencia impuesta  y ejercida por medio del servicio obligatorio que brindaron en manos de los terratenientes.
Este hecho constituye para ellas la oportunidad mínima de afianzar sus valores ancestrales,  superan las adversidades para continuar con la conservación del secreto de la vida, de esta manera logran prolongar esos valores y por ello es  un valor incalculable recordar la valentía de las mujeres de las primeras décadas del siglo XX.
“Mi madre había llegado cuando vio la molotera y decimos a ver, ya tenían agarrado al pobre Antonio Manteca trabado al pie de un horcón, ya lo iban a fusilar cuando se le metió mi madre a defender al que iban a fusilar y lo logro hablando con el jefe de la tropa”
Es notable que el trabajo que han vivido y desarrollado  las supervivientes Xinkas,  les ha permitido sobrevivir ante la explotación, discriminación, marginación y el trato racista, y por lo tanto, han podido lograr mecanismos para conservar su cultura. 
Bajo el control político y económico de la colonia, y el rol político religioso de quienes dirigen la expedición colonizadora, se recluta al pueblo y se le divide en cofradías, se establece un modelo
Más fácil para el control, según Dalila Gaitán, las cofradías estaban estructuradas bajo la advocación de una imagen, a la que se le rendía culto para priorizar la región como instrumento de control, a esta característica se le sumaba una porción de tierra comunitaria, en la que los Xinkas administraban ganado y granos de producción para consumo comunitario, éstos estaban organizados en mayordomías.
Las cofradías se convirtieron en agentes de producción, aprovechadas y controladas por los colonizadores, éstas eran censadas periódicamente para conocer su capacidad de producción y asegurar mayores beneficios para la colonia.
Después de explotar la organización de cofradías Xinkas, la iglesia desarticuló aquellas cofradías que  potencializaron su autonomía, vendieron sus tierras y todo los bienes de las mismas, para la construcción de iglesias de la región, pero particularmente para la construcción de la más grande catedral del sur, destruida por los terremotos de 1917 y 1920, por lo que dejaron  a las comunidades Xinkas sin la base para su supervivencia, paulatinamente se convirtieron en colonos de los finqueros que compraron las tierras comunitarias, ejemplo de ello, fueron las fincas de el Ahumado y el Papaturro en Chiquimulilla Santa Rosa entre otras.
“Los capitanes y capitanas de las cofradías se juntaban para celebrar las fiestas comunes y hacer los trabajos en unidad. Cuentan los abuelos que aquí venían los cofrades de Guazacapán, Chiquimulilla, Nancinta y otros. El único propósito era Servir a la comunidad en fiesta”. (Teresa de Jesús Riso, Pasaco Jutiapa mayo de 1996)
Sin embargo la desarticulación de las cofradías y tierras comunales emprendida por la iglesia, fue reconstruida en algunos casos por Justo Rufino Barrios, quien devolvió algunas tierras comunales a los Xinkas de la región, las cuales se registraron como comunidades indígenas, de esta manera se minimizó la identidad Xinka y en otros casos fueron nombradas comunidades naturales.
Por su parte algunas comunidades mantuvieron la autonomía sobre la tierra, se logró obtener escrituras firmadas directamente por el rey de España, ejemplo de ellas es Yupiltepeque, en Jutiapa.

La estructura de la tierra comunitaria es la que en la actualidad, ha permitido a los Xinkas conservar la mayor parte de sus principios y valores culturales, es decir, es la que resguarda la identidad Xinka bajo mecanismos de resistencia permanente, para sobrevivir como cultura.
Las políticas de control colonizador se modificaron con el transcurrir del tempo. Justo Rufino Barrios por una parte devolvió tierras a los Xinkas, pero por otro lado prohibió el uso público del idioma y el uso de la indumentaria propia de los Xinkas, llevándolos al poste y azotándolos con el objetivo de que se ladinizaran.
Este es el perfil de los Xinkas que ha quedado en el imaginario social de los guatemaltecos, con razón dicen que en el área del sur oriente solo existen ladinos, ese fue el impacto de la política de justo Rufino Barrios seguida por otros gobiernos como Jorge Ubico y sin embargo, la identidad Xinka sigue resguardada en la convivencia interna de las tierras comunales.
Hasta finales del siglo pasado las comunidades Xinkas seguían articuladas internamente, resistían políticas de la cultura dominante, al grado que levantaron casas para la atención pública de sus miembros, las cuales fueron una especie de oficinas con cobertura territorial definida y de acuerdo a la extensión de la tierra que poseían. Estos son los casos de Xinkas de Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa.
Finalmente los sobrevivientes Xinkas, conservan gran parte de sus principios y valores culturales en porciones de tierras comunitarias. En lo que conforma el territorio Xinka, su organización sociopolítica hace las funciones históricas de administración de la tierra y conservación de principios y valores, pero le han dado un valor agregado en el ámbito organizativo. Se han creado organizaciones públicas para la defensa de sus derechos, la promoción y conservación de valores culturales y la revitalización de su identidad.





Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas:
Pueblo Xinka una nación con desarrollo Autor: Copxig.