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martes, 28 de enero de 2014

Palabras en Xinka

A continuación les presentamos un listado de palabras en xinka y español, como lo son frutos, comidas, animales, instrumentos, partes del cuerpo entre otras palabras que son de mucha importancia para el habla del idioma xinka.


Frutos

Naranja = Aranxax
Plátano = Huwa
Papaya = U’tun
Anona = Kewexa
Nance = Tapa
Guayaba = Turu’x
Guineo = Keneya
Jocote = Yüma
Caña = Wiyan

Comida

Café = Herewe
Frijol = Xinak
Carne = Wakax
Tomate = Iti
Sal = Tilha
Bebida = Ixak’a
Chufles = Chakayak
Chirmol = Suyinak
Boje o bofe = Potos
Carne = wakax
Tamal de viaje = hulape
Elote = Xilik
Pito = Wixtak
Milpa = Waya’
Yuca = Tüha
Achote = Osu
Chile = Naki
Chile de chocolate = Naki chukulah
Cacao = Tuwa
Apazote = Pasin
Pan = Kaxtilan
Chipilín = Harakü
Chocolate = chukulah

Animales

Gallina = Miya
Cerdo = Haxu
Pulga = Itul
Ardilla = Hurulhi
Cangrejo = Xuemayo
Culebra = Ampuki
Araña = ’amu
Mosca = ’amu’
Chompipe = Horo
Conejo = Lhuri
Gallo =Tata miya
Gato = Mixtun o mish
Grillo = Kiran
Mariposa = Pipilh

Instrumentos

Tambor = Hurik
Sombrero = Tayuk’
Piedra = Hixi
Ocote = Lhimik
Bejuco = Kororo
Cama = ’otek
Tule = Yara
Hilo de tejer = Huhulh
Comal = A’lhak o awlhak
Molinillo = Chokek

Partes del cuerpo

Lengua = ‘Elhaha
Oreja = Mami
Pelo = Muti
Barriga = Hina
Boca = Xaha
Uña = Xa’wah
Hígado = Pük’ü
Codo = Omo
Hombro = Paama

Verbos (Acciones)

Barrer = Xuwi
Maduro = Hama
Remendar = Hümü
Cargar = Lhüpü
Quemar = Talha
Bailar = Lawaru
Enojarse = Wereke
Ver = Piri
Comer = Ruka
Sacudir = Wütz’a
Reír = üya
Espinarse = Tz’ahma
Nacido = Tz’uyu
Regar = Tz’ümü
Apestar = Atz’a
Loco = Meme

Pueblos

Chiquimulilla = Tz’ehe
Guazacapan = Tz’imaha
Taxisco = Kuku
Nancinta = Nancendelan
Xampiya = Ixhuatan
Narupichichi = Sinacantan

Colores

Blanco = Ololo’
Negro = Sü’ma
Colorado o rojo = Tz’iriri
Amarillo = Toloo’
Verde = Me’

Cosas

Cerró = wona
Estrella = Weexa
Sol = Pari
Tecomate = Pewek
Petate = Pupu
Papel = Papuk
Camino = Tahma
Humo = Kalhi
Camisa = Kru
La tarde = Nankun
Nube = K’unu
Barranco = Pahi
Mitad o parte = Küüxa
             

Enfermedades

Varicela = K’ooso
Toser = Oho
Estornudar = hatixmae

Miembros de la familia

Papa = Tata
Mama = U’tah
Hermano = K’ürü
Abuelo (a) = Tatita
Niño o criatura = One
Niño = Na’u
Tío = Anu’




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Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas:
Gramática Xinka Autor: Copxig.

viernes, 23 de agosto de 2013

DATOS HISTÓRICOS DEL PUEBLO XINKA

1.1.DURANTE  EL PERIODO PRECLÁSICO

Los datos recabados por varios arqueólogos en Santa Rosa y la Costa Sur de Guatemala, permiten deducir que los primeros poblados del área se situaran en el rico ambiente de los esteros (es un canal angosto y somero por donde ingresan y salen las mareas a un río). El sitio más grande a inicios del Periodo Preclásico fue Chiquiuitán; (está considerada como una de las aldeas más tempranas de Mesoamérica). Este poblado está localizado actualmente en la parte de la costa sur de Guatemala, específicamente a 3 kilómetros de aldea  Monterrico., de Taxisco, Santa Rosa.
Existieron también otros sitios de menor tamaño como:
1.      Ujuxte,
2.      Pulido,
3.      Canal,
4.      Salinas,
5.      Santa Rita,
6.      Palos Adentro, o Cinco Palos y
7.      Aguadulce (todos cercanos al Canal de Chiquimulilla). 

“Ninguno de estos sitios contiene indicios de estructuras (construcciones) ceremoniales o administrativas, de modo que probablemente no existió una organización jerárquica regional, es decir, las ciudades no conformaban un sistema, sino eran más bien unidades independientes.” (Estrada 1998: 49).

“Entre los años 1300 a 1150 a.C., la economía de estas comunidades se basaba en la caza y recolección de plantas y semillas. Posterior a esta fecha aparecen las primeras piedras de moler  en Chiquiuitán, lo cual nos puede indicar que se estaba procesando maíz y otras plantas, y por ello, se cree que marca el inicio de la agricultura. La cerámica encontrada en el área de Chiquiuitán comparte el estilo de otras regiones de la Costa Sur, la mayoría de vasijas de esta época tienen forma de tecomate. Posteriormente (alrededor del 850 a.C.), el estilo cerámico de Chiquiuitán muestra afinidad con Kaminaljuyú y Chalchuapa.” (Estrada 1998: 51).

Durante el Preclásico Tardío (400 a.C. – 250 d.C.) la Costa Sur guatemalteca experimentó un acelerado crecimiento poblacional. El área más densamente poblado fue la del Río Los Esclavos. Debido a la forma en que están distribuidos los asentamientos, Estrada Belli (1998:76) opina que para entonces estos ya estaban organizados jerárquicamente en cuatro entidades políticas. Según ésto, los sitios fueron:

1.      Nueve Cerros; situado en el aluvión del Río Los Esclavos.  El sitio tiene 9 pirámides altas (10 Mts. de alto), y estructuras alargadas en el lado este que recuerda a los complejos astronómicos de otros sitios arqueológicos del Preclásico

2.      Ujuxte; a 1 kilómetro al sur de Chiquimulilla.  Es un sitio Preclásico (400 a.C. – 200 d.C.), descubierto recientemente en la boca costa. Su plaza principal, tiene 9 Estelas y 5 altares orientados astronómicamente. Es un ejemplo único de complejo religioso de Altar-Estela en esta región de Guatemala, que sobrevivió sin ser detectado e intacto, a pesar de su localización en un campo cultivado. 5 de las Estelas y sus altares asociados, se encuentran en las cuatro esquinas de la Plaza, orientadas astronómicamente porque se encuentran alineadas con el equinoccio a 90º.

3.      María Linda; junto al Río del mismo nombre, en Santa Rosa.

4.      La Nueva; en la planicie aluvial del Río La Paz, Jutiapa.

“Estos asentamientos contenían centros cívicos ceremoniales que funcionaban como distritos administrativos, alrededor de los cuales había numerosas construcciones residenciales. Se considera el Ujuxte, como un sitio pequeño al inicio del Preclásico, y que se transforma en un sitio con mayor densidad poblacional en el Periodo Preclásico Tardío. Puede ubicarse los sitios de Cantarrana y Bonete, más chicos, pudieron pertenecer a la periferia de Nueve Cerros, el asentamiento más grande de los sitios de esta época, que además habría podido fungir como centro regional primario. Se cree que los bienes de intercambio elaborados por todos estos centros pasaban por Nueve Cerros antes de intercambiarse con otras regiones.” (Estrada Belli, 1998: 77).

1.1.DURANTE EL PERIODO CLÁSICO.


“A inicios del Periodo Clásico se nota en la costa sureste de Guatemala una interrupción política y demográfica, es decir, un declive en la población. Algunos arqueólogos, entre ellos Payson Sheets (1979), sostienen que este hiato en la historia de los grupos de la costa pudo deberse a la erupción del Volcán Ilopango, en El Salvador (260 d.C.), el cual destruyó varios poblados y bloqueó importantes rutas de comercio que eran esenciales para mantener las alianzas políticas y el intercambio de bienes de prestigio entre los gobernantes de esta región. Esto supondría que algunos de los sitios fueron desocupados temporalmente debido a migraciones hacia otras zonas. Sin embargo, a mediados del Periodo Clásico se registra un resurgimiento demográfico y un cambio en los patrones de asentamiento y la arquitectura cívica/ceremonial. Se dejan de construir las plazas abiertas con pirámides situadas en los puntos cardinales y monumentos de piedra (típicos del Preclásico en sitios como Nueve Cerros y Ujuxte), y empiezan a construirse plazas fijas tipo acrópolis de espacios cerrados con un templo/pirámide al centro rodeado de construcciones más bajas.” (Estrada 1998: 149).

Los sitios más poblados durante el Clásico fueron la parte baja del Río Los Esclavos y su estero, asimismo la parte baja del Río Paz, también con su estero. En total se han identificado 76 asentamientos de este periodo en la zona, agrupados en tres categorías: aldeas, centros pequeños (o secundarios) y centros grandes (primarios).

“Otros sitios más pequeños son los Cerritos, ubicado en Santa Rosa, Limones (a 4 km del océano), Talpetate (8 km al sur de Taxisco), Paraíso (a un costado del Río Paz) y Asturias Dos (en la orilla del Río Grande a 3km de Chiquimulilla), entre otros. (Al igual que a finales del Periodo Preclásico”, según Estrada Belli (1998: 120).)
“En el Periodo Clásico también existieron cuatro entidades políticas primarias, estas cuatro grandes ciudades actuaron como capitales regionales, las cuales fueron:

1.      La Máquina; fue el más grande e influyente de todos los sitios, ubicado a 7 kilómetros del océano sobre un afluente del Río Los Esclavos.
2.      La Nueva; fue el segundo sitio más grande, el cual creció desde el Periodo Preclásico.
3.      Maneadero; ubicado a ambas orillas del Río Mandadero
4.      Durazno; ubicado en un pantano hacia el final del Río Pajal.

Alrededor de estas entidades políticas Xinkas se organizaron centros pequeños y aldeas, formando así una jerarquía de tres niveles de tamaño. Es importante señalar que La Máquina ejerció una fuerte centralización, y existen evidencias que sus gobernantes se encontraban muy involucrados en el intercambio de bienes de prestigio con grupos foráneos. Probablemente La Máquina actuó como centro encargado de unificar ritual y administrativamente su área circundante para reforzar la identidad grupal.” (Estrada 1998: 118-125).
En este sentido, el área de Santa Rosa durante el Periodo Clásico pudo ser parte de un sistema regional económico y culturalmente unificado.

“En este periodo (Clásico) aparecen similitudes en arquitectura, cerámica y escultura con los estilos de la región de Escuintla (incluyendo Cotzumalguapa), indicio de una fuerte interacción con los habitantes de estas regiones. Además, hacia el final del Periodo Clásico, los sitios de La Máquina y la Nueva interactuaron con la esfera Maya del sureste, que incluía el valle medio del Motagua, el altiplano suroccidental, el altiplano suroriental de El Salvador y el valle de Copán (Honduras). Es probable que estos dos sitios hayan jugado un importante papel en la interacción de la poderosa elite de Copán y sus aliados del altiplano guatemalteco y salvadoreño, con la élite de la Costa del Pacífico de Guatemala. Hacia el final del Periodo Clásico, cuando el poderío de Copán empezó a decaer, procesos similares de rompimiento del orden social y desintegración del sistema de asentamientos, empezaron a ocurrir en la costa sureste y regiones aledañas.” (Estrada 1998: 125-128).

“Durante el Periodo Clásico Tardío aparecen en la Costa Sur abundantes esculturas ejecutadas en un estilo artístico “mexicano”, o no Maya, pero que llegó a ser muy característico de la región. Éste estilo fue llamado “Cotzumalguapa”, y consiste principalmente en figuras humanas no mayas en escenas narrativas talladas en bajorrelieve, o en figuras individuales talladas en bulto. Las escenas narrativas generalmente incluyen individuos asociados con símbolos que se refieren al juego de pelota, al sacrificio y a la muerte. En el estilo Cotzumalguapa, el rostro humano es angular y presente una frente sin deformación que sube verticalmente de una nariz filuda y recta (muy diferente al “perfil maya” que presenta una frente aplanada y nariz aguileña). El ojo es ovalado, los pómulos son altos, y para acentuar las mejillas una profunda fisura se extiende desde la nariz, por toda la orilla de la boca, hasta la barbilla. Un elemento clave es que el pie se presenta de perfil. El hueso del tobillo se representa como un pequeño disco redondeado.” (Hatch y Rubio, 1999: 205).

En resumen, el área de Santa Rosa y la Costa Sur, aunque étnicamente diversa, albergó sociedades que compartían rasgos culturales similares, lo que permitió el intercambio de ideas y bienes entre grupos del área desde el Periodo Preclásico hasta el Postclásico.


1.1.DURANTE EL PERIODO POSTCLÁSICO

“Según indica la evidencia obtenida hasta hoy, fue el de menor densidad poblacional en la Costa Sureste de Guatemala. Los datos de excavaciones muestran que el área de Santa Rosa durante el Periodo Postclásico disminuyó de 20-30,000 habitantes a 2,000, y el número de asentamientos bajó de 76 a 8 ó 12. Hasta la fecha se conoce con certeza de 7 sitios que tuvieron una ocupación continua durante el Postclásico:

1.      Atiquipaque; ubicado sobre el volcán Tekuamburro, cerca del Río Pajal.
2.      Sinacantán; (ubicado entre el volcán Tekuamburro y la montaña Consulta.
3.      Nancinta; ubicado en una planicie al sureste del Río Los Esclavos y Ulapa, a unos 500 metros del moderno Nancinta.
4.      Pasaco; en Jutiapa, sobre el sistema montañoso del grupo volcánico de Moyuta, a 5 kilómetros del actual pueblo Pasaco, y
5.      Chiquiuitán; repoblado sobre el antiguo sitio del periodo Clásico.

Existen otros sitios del que se tienen pocas evidencias, quizá porque fueron habitados en forma dispersa. Sin embargo, documentos históricos mencionan los sitios de Taxisco, Guazacapán y Chiquimulilla.” (Estrada, 1998: 131-141).
Los documentos históricos como el de Inocencio del Busto (ASGHXXXV: 103), nos muestran que la mayoría de estos pueblos eran de origen Xinka.

“Entre los años de 1,974-75, el Dr. Lawrence Feldman dirigió un reconocimiento arqueológico de superficie en la costa sureste de Guatemala, donde describió cinco sitios localizados en la región Xinka. Éstos fueron:

1.      Szamiepuey; Atiquipaque; ubicado en la finca Santa Anita El Jobo en Escuintla
2.      Unul; Tacuilula
3.      Cueza; Nancinta
4.      Jutiapa, y
5.      Gueymango

Además, se visitaron sitios como Tagtiszampeya (Tepeaco), el Jobo, Montaña Hermosa, Sabana Grande, entre otros. En los mismos años se recolectó información etnográfica moderna en las localidades actuales de Guazacapán, El Arenal, Astillero.

Es importante indicar que la mayoría de comunidades coloniales tenían cuando menos dos nombres, uno en Xinka y otro en Náhuatl, el idioma de los pueblos mexicanos que acompañaron a Alvarado en sus expediciones a Guatemala. Éstos fueron muchas veces reportados por historiadores como Maldonado de Matos (1770). Por ejemplo, la comunidad conocida con el nombre Náhuatl de Tacuilula es llamada “Unul” por Feldman, su nombre Xinka. El sitio conocido como Guaya (que en Xinka significa milpa), fue llamado “Tlacuilula” (idioma Náhuatl)  por el arqueólogo Edwin Shook, el cual no debe confundirse con el Unul o “Tacuilula” sin la “l”. El nombre Xinka, de Atiquipaque es “Szamiepuey”, el de Guazacapán es “Tzimaja” y el de Ixhuatán es “Zsampiya”. (Feldman et.al, 1,975:1).

A toda ésta información bibliográfica obtenida se registra que el territorio que ocupa la actual República de Guatemala, forma parte del área cultural denominado Mesoamérica, que abarca desde el centro de México hasta el norte de América Central. En este espacio geográfico florecieron varias culturas de las cuales una corresponde a lo que hoy es Guatemala: la cultura Xinka,  con la convivencia e interrelación con otras culturas del territorio Mesoamericano y de Guatemala en especial.

1.    RESUMEN SOCIOHISTORICO DEL PUEBLO XINKA


1.1. ANTES DE LA INVASIÓN

Lo que se conoce, es que los Xinkas se han caracterizado por guardar celosamente sus territorios y aunque sus pueblos antiguos estuvieran cercanos diseñaron y cavaron zanjas en los linderos, los cuales delimitaron espacios territoriales entre los pueblos.  

Con esta descripción nos permitimos abordar algunos apuntes históricos de la vida cotidiana de comunidades Xinkas con mayor poderío a la hora de la llegada de la conquista o la bien llamada invasión española. Esto nos permite ubicarnos en el contexto social, político, económico, cultural y más, en relación a la cultura del Pueblo Xinka.

Existen algunos reconocidos historiadores y arqueólogos que han realizado estudios y que coinciden en señalar, que el Pueblo Xinka se ha manifestado como un pueblo claramente distinto al pueblo Maya. Estos investigadores en sus estudios realizados ubican los orígenes en relación a la cultura Xinka a un pueblo indígena de los aztecas (México), específicamente con el Náhuatl que son descendientes de los aztecas.

Otra teoría que resalta también, es que en Brasil se ha establecido una tribu, que tiene muchos rasgos o elementos culturales parecidos a la cultura Xinka.

La antropóloga Rita Grignon  señala al referirse a la cultura Xinka, como una cultura propia, con estructura orgánica definida, con idioma propio, con modelos arquitectónicos diferentes a las culturas Mesoamericanas, que le dan una particularidad especial al Xinka, hasta hoy poco conocida.

Otro elemento que le sirve como indicador a Grignon es el de la cerámica que ésta posee y que tiene un toque final diferente al de su época con las culturas mesoamericanas, por lo que establecen diferencias marcadas a las otras culturas.

“Exactamente no tenemos una reconstrucción de este dato, pero sabemos, por ejemplo, que usaban la técnica con baños de pintura como  un acabado de superficie a la pieza” 
La antropóloga Rita Grignon, fundamenta la afirmación de Franz Termer, al expresar que los Xinkas “son un grupo prehispánico, indígena, cuyos orígenes étnicos no han sido determinados con claridad, los antropólogos sabemos que son nativos y que tienen una cultura muy propia, que requiere años de estudio, estamos seguros de que los Xinkas son un grupo individualizado, con una autonomía y una diversidad muy propia que no sabemos de donde llegaron con su enigma”.

En cuanto a su filiación Brinton no establece relación, pero al regionalizar el Xinka ubica al oriente de su territorio a una colonia de Popolucas, pueblo que se supone emparentado con los Mixes del Istmo de Tehuantepec. Lo interesante de la referencia y de acuerdo a la clasificación de Kaufman (1974 – 83) a la familia Mixe zoque pertenecen el Zoque y el Popoluca.

Franz Termer, Director del Museo Etnográfico de Hamburgo, Alemania asegura lo siguiente “los xinkas del oriente se puede contar entre los habitantes más antiguos de aquella región, que habita allí con bastante anterioridad a la llegada de los pipiles a las zonas de las costas”  Termer  continua diciendo “los xinkas son representantes de una raza autóctona de la América Central Septentrional, dicha afirmación sitúa la ubicación de los Xinkas en el Sur y Oriente de Guatemala, argumentando que a su parecer existe en la zona sur y oriente antes de la llegada de los pipiles de relación Náhuatl”.

Los Xinkas fueron los primeros habitantes de la región; Sur Oriente de Guatemala, que ocuparon un territorio que abarca desde la costa hasta las montañas de jalapa. El señorío Xinka fue conocido en tiempos Prehispánicos como uno de los más aguerridos de la región, por ello lograron asimilar a otras culturas.
Históricamente las referencias que se hacen sobre la cultura Xinka, señalan a un pueblo distinto a los  ya conocidos por los españoles, las características  culturales difieren entre Mayas, Aztecas, Toltecas,  Olmecas  o Náhuatl entre otros.

Cabe resalta aquí que la infraestructura utilizada en sus casas era sustentada en la cuatriedad,  al utilizar cuatro horcones  cubiertos alrededor con palo pique o varas, su techo piramidal era cubierto con paja; llamado como casas bajareque.

Lo que se puede destacar es que sus habitantes eran grandes guerreros perseverantes y de buena talla, organizados en micro gobiernos independientes y compuestos por poblaciones numerosas, con territorios delimitados para garantizar su gobernabilidad, al grado que la figura de su gobierno era corporativa.

1.1.DURANTE LA INVASIÓN.

La primera mención que se hace de los Xinkas es en la Carta de Relación, escrita por Pedro de Alvarado a Hernán Cortés, en julio de 1,524, en donde explica que después de haber vencido a los Pipiles en su reino Escuintepec; Escuintla, siguió su camino a Cuscatlán o El Salvador por el Sureste y dio con un pueblo llamado Atiepak (Atiquipaque); justo al pasar el Río Michatoya se encontraron con este poblado; sus intérpretes K’iches y Pocomames no pudieron descifrar nada de lo que hablaban porque era una lengua distinta y eran por sí, gente diferente a los Pipiles que había dejado atrás. Los españoles fueron recibidos en paz, pero pronto los naturales comenzaron a huir y al terminar el día, el poblado estaba abandonado; lo mismo ocurrió en Tacuilula y en Taxisco.

Se dice que cuando los españoles  viajaron hacia Cuscatlán,  antes de llegar a lo que hoy es Santa Rosa, los Xinkas ya los esperaban con perros muertos sacrificados a la entrada del pueblo, lo cual era señal   de desafío, guerra y mal recibimiento a los españoles. Sin embargo los Xinkas con la diplomacia que les caracterizaba, recibieron a los invasores, en un gesto muy humano, para conocer sus intencionalidades seguramente y con propósitos para medir interés, capacidades, y estrategias de los invasores, aspecto que no podía lograrse con la violencia en sus inicios.

El primer contacto de los españoles con el pueblo Xinka, lo establecen bajo la vía del dialogo, con un interés ideológico de dominio. La diferencia de su gente, de su lengua y de su estructura política, hace  a los españoles alcanzar sus fines, movidos por el interés de control político y económico, para  la complacencia de  la realeza española,  al extremo de estar dispuestos a la aplicación del genocidio y etnocidio con el pueblo Xinka, sin  valorar su cultura y su organización política.


“Alvarado entró en contacto con los Xinkas por primer vez después de vadear el Río Michatoya e ingresar en el pueblo de Atiquipaque y deseando calar la tierra y saber los secretos de ella para que su majestad fuera más servido y tuviese y señorease más tierras, determiné partir de allí y fui a un pueblo que se dice Atiepak, donde fue recibido de los señores naturales y este es otra lengua y gente por sí”
Frente a este ejército muy numeroso, Atiquipaque fue quien dirigió la primera resistencia Xinka, fue conocido y admirado por desarrollar una estrategia de guerra que superaba a la misión española, la que con justa razón señala Fuentes y Guzmán: “La tropa española que sumaba seis mil hombres con sus indios auxiliares (entre Kaqchiqueles, Mexicanos y Cholutecos), libró dos fieras batallas contra los defensores Xinkas de Atiquipaque. Alvarado estuvo en trance de muerte al ser herido su caballo, tener que desmontar y luchar cuerpo a cuerpo”.
Atiquipaque fue el primer pueblo Xinka en ser conquistado y los cronistas refieren que los habitantes de éste pueblo se defendieron con hondas, varas y flechas y pusieron fosas disimuladas en el camino que seguían los españoles. En Recordación Florida se  hace referencia a la utilización de ondas, varas o púas, flechas, macanas y saetas, es decir a la utilización de armas envenenadas; “adobadas las púas con pestilentes yerbas, morían los tocados con su veneno con sed inapagable en dos o tres días aunque la herida fuese tan ligera y que de ella hubiera vertido una sola gota de sangre….” (Fuentes y Guzmán Recordación Florida de tomo II, PÁGINS 115).

Relatos históricos demuestran que Pedro de Alvarado y el ejército español  tuvieron serias batallas  al enfrentarse con los Xinkas en la conquista  del territorio. La resistencia Xinka, se cree, hizo retroceder a Alvarado y su gente en más de dos oportunidades, por lo que Alvarado tuvo que recurrir a reforzar su ejército y a desarrollar estrategias de división  para triunfar.
Un segundo enfrentamiento con comunidades Xinkas y españoles fue en Nancendelan (Nancinta). Acá la resistencia de los Xinkas fue atacar la retaguardia del ejército invasor, matando muchos indios auxiliares y  apoderándose de gran parte del “fardaje” (hilados de ballestas y herrajes). Los españoles permanecieron allí ocho días con el propósito de recobrar los pertrechos y castigar a los Xinkas. Alvarado envió mensajeros con requerimiento y mandamientos y les apercibió que de no venir en paz los haría esclavos y herraría, pero no regresaron. Una mañana lluviosa después de tres días de asechos, en la arboleda los atacó por sorpresa y les causó gran estrago, sobre ello comentó Bernal Díaz “más valiera que así no lo hiciera sino como mandó su majestad…..”

La población Xinka luchó fuertemente en contra de los invasores españoles; éstos al final lograron su objetivo, y varios de los sobrevivientes Xinkas de estas batallas, fueron llevados como prisioneros al pueblo que llegó a tener el nombre ilustrativo de “Los Esclavos”, actualmente en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa. Pedro de Alvarado logró  someterlos y los tomó como esclavos para la reducción militar de Cuscatlán (Salvador).

Como es característico de los pueblos originarios, el ser leal a sus propios principios y valores, fue la mejor opción de los Xinkas, para resistir a la invasión al conocer las intenciones de los mismos, el
mayor honor fue pelear para defender la vida de su civilización y su cultura construida durante siglos, frente a  un ejército que según los historiadores sumaba los seis mil hombres.
Según Pedro de Alvarado, el fin era cumplir con los propósitos de la realeza española, bajo el argumento de evangelización del nuevo mundo. Usaron para ello la fuerza, la imposición, la prepotencia, y la superioridad de una cultura dominante frente a una civilización con una cultura milenaria, a la que hay que aplicar cualquier política o método de violencia con el fin de doblegarla al servicio del rey.
A la llegada de los españoles existía una estructura civilizatoria Xinka, sustentada en principios y valores construidos históricamente desde tiempos inmemoriales, que  constituían al mismo pueblo en una nación propia.

El Pueblo Xinka, fue un pueblo aguerrido, si al final no lograban rechazar al enemigo ellos eran vencidos. En las noches desaparecían del lugar refugiándose en la densa montaña, cuando amanecía el invasor se sorprendía porque los indígenas ya no estaban según informes de Pedro de Alvarado,  es decir que no era tan fácil  hacer ESCLAVOS a los indígenas Xinkas . Los Xinkas al igual que los mayas sabemos que no  fue una conquista,  sino que más bien  fue una invasión.

Mientras  que los indígenas  Xinkas solo manejaban las flechas y lanzas envenenadas,  los invasores traían armas y caballos. No fue una batalla en las mismas condiciones. Además de usar flechas y lanzas envenenadas, los indígenas Xinkas se defendían   al cavar zanjas grandes, anchas y profundas con púas envenenadas en el fondo, que los que caían seguramente morían. Otra característica de los asentamientos Xinkas, consiste en que siempre se ubicaron cerca de ríos pequeños o en alturas o cerros, por ejemplo: el pueblo antiguo de ATIEPAK O ATIKIPAKE  se encontraba entre dos ríos, de la misma manera el pueblo antiguo de XINAKAN hoy NAROO     PICHICHI se encuentra en la parte más alta y en medio de dos ríos con clara visión de defensa contra los enemigos. Para invadirlos tenía primero que cruzar cualquier río, luego subir para la parte más alta, lo que les daba la oportunidad de rechazar al invasor, dejándole caer piedras grandes, flechas y lanzas  para no permitirles que ingresaran al asentamiento.

1.1.DESPUES DE LA INVASIÓN

“Este pueblo también sufrió la incursión de los Tlaxcaltecas traídos por  Pedro de Alvarado y dice que es probable que entre los siglos XVI y XVIII algunos pequeños grupos de Xinkas hallan emigrado tierra adentro y hacia el norte dirigiéndose a Yupiltepeque, Atescatempa y Comapa”.
Pocos son los investigadores que han incursionado al pueblo Xinka para conocer particularidades de los componentes de su forma de vida, concentrándose la mayoría de ellos en estudios lingüísticos, por lo que dejan grandes vacíos en características globales de la cultura, que hoy son tan necesarias para comprender su situación sociopolítica.
La historia se limita a señalar, que los Xinkas eran un grupo muy hábil para la guerra y con tipo de organización muy avanzado. Según Marco Vinicio Mejía al parafrasear a Fuentes y Guzmán, señala que los españoles trabajaron una estrategia para colonizar a los Xinkas, una vez tuvieron conocimiento previo de las diferencias culturales, porque el esquema y experiencia de colonización les había dado un patrón de comportamiento en la expedición iniciadas meses atrás, sustentaba la estrategia de control político, y socio económico y sociocultural, aun así la invasión a los Xinkas no fue nada fácil.
Este hecho de rebelión del pueblo Xinka, marca la diferencia con los mayas y otras culturas mesoamericanas, porque está apegada a principios culturales vinculados a la autonomía política, principio irrenunciable que ha permanecido en el tiempo hasta nuestros días entre los Xinkas, aspecto que se registra en la historia política de los mismos.
La resistencia de los Xinkas registrada en la historia y manifestada en la guerra, refleja la solidez de sus principios y valores culturales y los adelantos del pueblo  en esa materia, y fundamentalmente su visión de solidaridad y organización para resguardar la vida comunitaria; la misma se perfila como parte de su espiritualidad, el respeto y valor de la vida individual y colectiva.
Es de fundamental importancia reconocer el rol que durante la historia han jugado las mujeres, quienes al morir  sus compañeros de hogar no han doblegado sus principios culturales a la cultura de violencia impuesta  y ejercida por medio del servicio obligatorio que brindaron en manos de los terratenientes.
Este hecho constituye para ellas la oportunidad mínima de afianzar sus valores ancestrales,  superan las adversidades para continuar con la conservación del secreto de la vida, de esta manera logran prolongar esos valores y por ello es  un valor incalculable recordar la valentía de las mujeres de las primeras décadas del siglo XX.
“Mi madre había llegado cuando vio la molotera y decimos a ver, ya tenían agarrado al pobre Antonio Manteca trabado al pie de un horcón, ya lo iban a fusilar cuando se le metió mi madre a defender al que iban a fusilar y lo logro hablando con el jefe de la tropa”
Es notable que el trabajo que han vivido y desarrollado  las supervivientes Xinkas,  les ha permitido sobrevivir ante la explotación, discriminación, marginación y el trato racista, y por lo tanto, han podido lograr mecanismos para conservar su cultura. 
Bajo el control político y económico de la colonia, y el rol político religioso de quienes dirigen la expedición colonizadora, se recluta al pueblo y se le divide en cofradías, se establece un modelo
Más fácil para el control, según Dalila Gaitán, las cofradías estaban estructuradas bajo la advocación de una imagen, a la que se le rendía culto para priorizar la región como instrumento de control, a esta característica se le sumaba una porción de tierra comunitaria, en la que los Xinkas administraban ganado y granos de producción para consumo comunitario, éstos estaban organizados en mayordomías.
Las cofradías se convirtieron en agentes de producción, aprovechadas y controladas por los colonizadores, éstas eran censadas periódicamente para conocer su capacidad de producción y asegurar mayores beneficios para la colonia.
Después de explotar la organización de cofradías Xinkas, la iglesia desarticuló aquellas cofradías que  potencializaron su autonomía, vendieron sus tierras y todo los bienes de las mismas, para la construcción de iglesias de la región, pero particularmente para la construcción de la más grande catedral del sur, destruida por los terremotos de 1917 y 1920, por lo que dejaron  a las comunidades Xinkas sin la base para su supervivencia, paulatinamente se convirtieron en colonos de los finqueros que compraron las tierras comunitarias, ejemplo de ello, fueron las fincas de el Ahumado y el Papaturro en Chiquimulilla Santa Rosa entre otras.
“Los capitanes y capitanas de las cofradías se juntaban para celebrar las fiestas comunes y hacer los trabajos en unidad. Cuentan los abuelos que aquí venían los cofrades de Guazacapán, Chiquimulilla, Nancinta y otros. El único propósito era Servir a la comunidad en fiesta”. (Teresa de Jesús Riso, Pasaco Jutiapa mayo de 1996)
Sin embargo la desarticulación de las cofradías y tierras comunales emprendida por la iglesia, fue reconstruida en algunos casos por Justo Rufino Barrios, quien devolvió algunas tierras comunales a los Xinkas de la región, las cuales se registraron como comunidades indígenas, de esta manera se minimizó la identidad Xinka y en otros casos fueron nombradas comunidades naturales.
Por su parte algunas comunidades mantuvieron la autonomía sobre la tierra, se logró obtener escrituras firmadas directamente por el rey de España, ejemplo de ellas es Yupiltepeque, en Jutiapa.

La estructura de la tierra comunitaria es la que en la actualidad, ha permitido a los Xinkas conservar la mayor parte de sus principios y valores culturales, es decir, es la que resguarda la identidad Xinka bajo mecanismos de resistencia permanente, para sobrevivir como cultura.
Las políticas de control colonizador se modificaron con el transcurrir del tempo. Justo Rufino Barrios por una parte devolvió tierras a los Xinkas, pero por otro lado prohibió el uso público del idioma y el uso de la indumentaria propia de los Xinkas, llevándolos al poste y azotándolos con el objetivo de que se ladinizaran.
Este es el perfil de los Xinkas que ha quedado en el imaginario social de los guatemaltecos, con razón dicen que en el área del sur oriente solo existen ladinos, ese fue el impacto de la política de justo Rufino Barrios seguida por otros gobiernos como Jorge Ubico y sin embargo, la identidad Xinka sigue resguardada en la convivencia interna de las tierras comunales.
Hasta finales del siglo pasado las comunidades Xinkas seguían articuladas internamente, resistían políticas de la cultura dominante, al grado que levantaron casas para la atención pública de sus miembros, las cuales fueron una especie de oficinas con cobertura territorial definida y de acuerdo a la extensión de la tierra que poseían. Estos son los casos de Xinkas de Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa.
Finalmente los sobrevivientes Xinkas, conservan gran parte de sus principios y valores culturales en porciones de tierras comunitarias. En lo que conforma el territorio Xinka, su organización sociopolítica hace las funciones históricas de administración de la tierra y conservación de principios y valores, pero le han dado un valor agregado en el ámbito organizativo. Se han creado organizaciones públicas para la defensa de sus derechos, la promoción y conservación de valores culturales y la revitalización de su identidad.





Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas:
Pueblo Xinka una nación con desarrollo Autor: Copxig.


lunes, 1 de julio de 2013

SITIOS ARQUEOLÓGICOS Y LUGARES SAGRADOS DEL PUEBLO XINKA.

  

JUMAYTEPEQUE, NUEVA SANTA ROSA

Esta es una comunidad, que está situada al norte del Departamento de Santa Rosa y es precisamente en el municipio que lleva, el nombre de Nueva Santa  Rosa. A donde pertenece, esta comunidad tiene mucho de la historia de la Cultura Xinka. En consecuencia, podemos decir que cuenta con un buen número de pobladores que siguen con mucho apego sus tradiciones culturales, aún se encuentran hablante del idioma xinka, cuenta con muchos sitios arqueológicos y lugares Es por ello que Jumaytepeque es una de las comunidades, donde aún nos encontramos con manifestaciones claras de los valores y principios de la cultura xinka.

Jumaytepeque siendo una comunidad donde podemos encontrar mucho de la cultura xinka, los ancianos juegan un papel importante para la conservación de la cultura, por eso es que sus ancianos y líderes de la comunidad son celosos de lo que a un conservan y por ello no  tan fácil dan información a las ONG, o personas que estén interesadas en recabar información histórica, por eso sus líderes y ancianos no son accesibles a brindar información. Esta es una comunidad que vive en extrema pobreza con manifestaciones claras de exclusión discriminación y racismo.

En esta comunidad, no existe croquis, porque fue poca la información que se obtuvo. Por tanto es una comunidad pendiente de profundizar en materia de sitios y lugares sagrados.

ALDEA IXTAHUAL  SAN JUAN TECUACO, SANTA ROSA

El municipio de San Juan Tecuaco, o Texcualco  esta conocido también como lugar de la Serpiente de Piedra. Está ubicado en la parte alta de la costa sur de Santa Rosa tiene una población de 3,000 habitantes. En este municipio hay  varios lugares que los ancianos xinkas visitaban para hacer sus rituales espirituales para guardar los tesoros de la iglesia y sus mismos utensilios.

Es por ello que se hace mención de Koyejix, es una posa de agua con una enorme peña donde realizaban rituales espirituales. Está a una distancia de casco urbano de 6 kilómetros por carretera de terracería.
Para conocer un poco de este lugar buscamos un anciano de la comunidad para que nos relatara un poco de su niñez e infancia vivida, en esta lugar conocimos a don Pedro Casimiro, hombre de 75 años  de edad, nieto de don Modesto Casimiro y sobrino de tata Maco, Macario Casimiro, hace mención de estos personajes conocedores de la historia de estos lugares muy importantes de la Cultura Xinka. Modesto y Macario, ellos eran 4 Hermanos dueños de donde actualmente está la peña y la posa del Koyejix.
Don Pedro relata que la posa y la peña tenían algo en común, en ella los guardianes espirituales daban tamales. Por debajo de la posa existe un túnel que va a dar a la peña, y era en la peña donde daban los tales el guardián que habitaba, en el lugar sagrado de la peña de Koyejix.

Cuenta don pedro, que la única persona que podía entrar a la posa y atravesar el túnel que existía bajo la posa y que tenía, 500 metros de distancia hasta la peña, era don Macario Casimiro más conocido como tata Maco. Quien tenía la virtud de poder ingresar a la posa porque los antepasados le habían heredado poderes sobrenaturales, y es por ello que él era el único en meterse bajo la posa, todo aquel pescador que llegaba a pescar a la posa y le pedía tamales a tata Maco, él les daba a toda perdona para que compartieran en familia.

Pero no solo eso se daba, la peña que existe es en un lugar importante y los hermanos Casimiro Modesto, Pedro, Tiburcio, Macario Celebraban en este lugar de la peña los días de fiesta patronal de San Nicolás y el día de la Virgen de Mercedes, todos allí comían tamales y bebían licor, el licor lo llevaban de la comunidad cercana que se llama Ixtahual donde habitaban aproximadamente unas cien personas.
En la época de los días grandes de Semana Santa, arriba en la peña se oye sonar una caja o tum, tambor, y pito. Narra don pedro que hasta hoy en día los hermanos Casimiro dejaron cuidandero en la peña, que se transforma en garrobo, venado, culebra lo hacen con el fin de que se conserve el lugar sagrado. La posa del Koyejix fue destruida porque el rio se salió de su cauce provocando por el huracán Mitch y ahora solo queda la peña y es por ello que todavía es cuidada con mucho recelo por los hermanos Casimiros,  esta es la razón histórica que la peña y la posa, son considerados lugares sagrados, por realizar allí rituales espirituales.

Según el relato que nos dio el abuelo Pedro Casimiro un hombre con un conocimiento tan importante, para las nuevas generaciones, y para la valorización de la Cultura Xinka.

ALDEA EL CAMALOTE GUAZACAPAN, SANTA ROSA.


Aldea el camalote, del municipio de Guazacapan Departamento de Santa Rosa. Es una comunidad de descendencia xinka, en este municipio, Guazacapan es actualmente la cuna de los hablantes xinkas, También se caracteriza territorial y urbanística, con sus casas de palma y tejas de barro y calles empedradas, más su naturaleza. Según información recabada aquí, había gente que hablaba el idioma y al fallecer estos, se limitó a utilizarse en el seno de las familias y últimamente las personas mayores por discriminación tienen dificultades para hablar el idioma en público.

La aldea Camalote se ubica, en el sur de la aldea Platanares a 3 kilómetros de la carretera panamericana donde según lo abuelos que hacían lo rituales religiosos.

Según información obtenida las ceremonias se realizaban utilizando, candelas rojas y blancas en formas de cruces, esta era realizada por dos personajes, que tenían el conocimiento y la autorización para hacerlo y que se conocían con el nombre de capitanes uno bueno llamado Agapito Alvarado y el otro malo llamado Andrés García, (la expresión bueno y malo hace referencia a lo positivo y lo negativo como elementos complementarios) Según versiones del señor Cándido García. En este lugar es más conocido como lugar en donde hacían las ceremonias los abuelos Xinkas, encabezado por Agapito Alvarado, persona que tenía el don del conocimiento sobre la espiritualidad, quien se conducía de un lugar a otro, volando como una bola de fuego, según la información recabada sobre dicho señor, esta persona tenía la capacidad de manejar su energía de forma equilibrada en armonía con la naturaleza, según los abuelos informantes lo nombraban como capitán, él era el principal, quien pedía en  sus ceremonias, para que hubieran buenas cosechas para todos.

También según la narración de ese lugar a medio kilómetro abajo existen 4 pilas donde teñían sus telas los antepasados xinkas, es de mucha gente conocido que los xinkas eran artesanos por naturaleza y este centro de pinturería era uno de los principales centros de producción de pinturas y de teñidos, de donde salían los mejores tejidos xinkas.

Estas pilas están ubicadas en la propiedad de la señora: Adelaida Centeno, debido a que su propietario no conocía de lo que representaba la pila para nuestra cultura. Fueron descuidadas y ahora quedaron cubiertas por vegetación del lugar.

Conociendo un poco de estos, podemos decir que en el municipio de Guazacapan encontramos nuevos sitios y ciudades antiguas, así como lugares sagrados utilizados por los xinkas. Todos estos conocimientos son aportes para que los valores y principios culturales y representados, dándoles el valor real.
Estos lugares, se encuentran a un kilómetro de distancia de los cerros que servían para hacer rituales.

ALDEA SINACANTAN CHIQUIMULILLA, SANTA ROSA.

Aldea de Sinacantan, en el municipio de Chiquimulilla, Departamento de Santa Rosa. En este lugar se hiso un recorrido por la parte baja de la aldea con el fin de recopilar un poco más de la información sobre los lugares sagrados. Sitios y ciudades antiguas que existen en el lugar. Es por ello, que juntamente con uno de los líderes xinkas del lugar señor Venancio Quiñones, visitamos varios lugares que hasta hoy en día no se han podido documentar las riquezas con que se cuenta en esta zona de montañas.
Entre los lugares con que se cuenta tenemos: Naropichiche, (Tierra de olor agradable) Históricamente es muy importante para la cultura xinka de esta comunidad y del departamento de Santa Rosa, Esta aldea antiguamente era un municipio.

Como indicábamos anteriormente Naropichiche, quiere decir Tierra de olor agradable y es donde está enterrado el rey Xinacán. En este lugar no solo podemos decir que ahí está el rey Xinacán, sino que también podemos decir que existen evidencias de una ciudad asentada en ese lugar, ciudad que se desarrolló con su propio gobierno en el lugar aún se encuentra los muros que tiene alrededor y sus piezas de artesanía que se encuentra bajo su tierra. Todo esto hoy en día es patrimonio de la comunidad.

También podemos decir que al ingresar a la ciudad de olor agradable (Naropichiche) encontramos un cerro, el cual se usaba como garitas para resguardar la ciudad. Para poder tener un control de quienes llegaban al lugar así no ser sorprendidos por visitas inesperadas. También se encuentra una piedra un poco enterrada con signos o escrituras antiguas que aún no se han descifrado, pero los nativos del lugar piensan que tiene relación con el calendario xinka. Dicho lugar sagrado está en propiedad privada, según la información antes era terreno comunal, hoy es terreno privado.

También se cuenta con dos lugares sagrados, la posa de agua Zarca y la posa del Salto en donde venían a hacer sus rituales para pedir al dios del cielo y la tierra por la salud y cosecha del año en favor de las comunidades. La posa del salto tiene una caída de gua de aproximadamente cuatro metros de altura. Este lugar que ahora mencionamos, están ubicados al este del municipio de Chiquimulilla. Y tiene una distancia desde el ingreso de la orilla de la carretera de terracería de 2 kilómetros adelante desde la propia aldea, pero si hablamos desde el municipio de chiquimulilla hay 7 kilómetros de distancia hasta su ubicación.


ALDEA MARGARITAS, CHIQUIMULILLA SANTA ROSA.

Comunidad de margaritas, ubicada a orillas de la carretera panamericana sobre el kilómetro 126 ruta a el salvador.
Esta comunidad, cuenta con una serie de valores culturales que son parte de la herencia del pueblo xinka, y es una ciudad antigua, que está en la parte alta de la montaña de la comunidad.

Para poder recopilar mayor información sobre la historia de este lugar que está a varios kilómetros de distancia. Contactamos con uno de los ancianos del lugar y a la vez es el dueño del terreno donde se encuentra este sitio de origen xinka. Don Pedro Mijangos, es el dueño y es precisamente el que nos narra, que en su terreno existe una cueva enorme y que es donde los xinkas se escondieron, de los españoles, y no solo ellos si no que nuestra descendencia siempre la ocupo como un refugió, pues también 1954, en el tiempo de ala agraria, la usaron como refugio. A partir de allí esta cueva conocida como la cueva de los Mijangos, por todo los lugareños, ha sido muy visitada por personas del medio educativo.

Escuelas, institutos hasta unos cuantos vecinos que quieren conocer esta enorme cueva que tiene 35 metros de entrada y 25 metros de largo, hasta donde uno puede llegar pues ya que este cueva no podido ser investigada, hasta lo profundo, pues en ella se encierra un misterio que no ha sido conocido, y por ello narro don pedro, esta cueva es considera un sitio arqueológico pues es visitada por muchas personas de nuestra región y por ello invita a organizaciones como el copxig, a que cuidemos y conservemos lo que todavía nos queda de los antepasados xinkas.



La cueva de los Mijangos lugar de refugio de la historia de la Cultura Xinka sigue encerrado un verdadero misterio.

 COMUNIDAD INDÍGENA XINKA DE SAN JUAN YUPILTEPEQUE.

Esta comunidad, cuya superficie es equivalente a la del municipio del mismo nombre, se encuentra en el departamento de Jutiapa. Se encuentra a una altitud de 1.040 msnm y su clima es templado. Limita al norte con Jutiapa; al este con Asunción Mita y Atescatempa; al sur con Jerez; al oeste con Zapotitlán y El Adelanto, todos del departamento de Jutiapa. La población del municipio es de 13.079 habitantes, la mayoría dedicados a la agricultura (café, maíz, frijol, sorgo, arroz y sandía, en orden de importancia). Las tierras del municipio son administradas por la Comunidad Indígena de San Juan Yupiltepeque. Lo que hoy se conoce como el municipio de Yupiltepeque, tiene un origen prehispánico. De acuerdo al señor Lucio Ventura, el nombre de Yupiltepeque viene del dialecto pipil-xinka, donde yupil significa pueblo de flores y tepeq, cerro de la deidad. Otra versión afirma que el nombre refiere al cacique Tepoc, que habitaba en la cima del cerro de los pipiles, actualmente aldea Pueblo Viejo.

Las tierras comunales de Yupiltepeque tienen su origen en la cédula real del 2 de agosto de 1664, mediante la cual el rey las otorgó para el asentamiento del pueblo de indios de Yupiltepeque (área de las actuales aldeas de Pueblo Viejo, El Sillón, Las Brisas, El Tetunte, El Sauce, El Llano, El Calvario, Las Lazas y La Perla). Posteriormente, el 12 de agosto de 1879,  las cofradías locales (San Nicolás, Santa Cruz, San Juan, Virgen de Concepción) recaudaron los fondos necesarios que de acuerdo a la tradición oral provinieron de la venta del ganado de los pobladores, pudiendo adquirir del gobierno de Justo Rufino Barrios las tierras donde se asentaron las aldeas El Jícaro, Estanzuela y El Amatillo. Ambas propiedades fueron unificadas el 22 de abril de 1881 e inscritas en el año de 1910, constituyéndose en lo que actualmente se conoce como el municipio de San Juan Yupiltepeque.

La comunidad xinka de San Juan Yupiltepeque posee en propiedad comunal una extensión de tierra de 5.821,12 hectáreas (129 cab, 44 mz y 9.910 v2) según la escritura pública número 5.475, folio 55, libro 34 del Registro General de la Propiedad. Esta propiedad ha sido administrada en forma comunal de acuerdo a los estatutos establecidos en el Acuerdo Gubernativo del 29 de marzo de 1944, que establecieron tres categorías de explotantes: i) propietarios (de forma colectiva), ii) condueños (poseedores), iii) Extraños (arrendatarios).

“Según decreto de gobierno del 23 de febrero 1848, del departamento de Mita se dividió en tres distritos para su mejor administración, los cuales eran Jutiapa, Santa Rosa y Jalapa, quedando Yupiltepeque dentro de la jurisdicción de Jutiapa. Estos distritos dejaron de existir el 9 de octubre de 1850, cuando por decreto de Gobierno los poblados volvieron a sus antiguas jurisdicciones. El 8 de mayo de 1852 se emitió el decreto gubernativo que creó el departamento de Jutiapa, entre cuyos poblados se mencionó a Yupiltepeque.

Los xinkas de Yupiltepeque en relación con la tierra
Los xinkas de Yupiltepeque han mantenido en propiedad comunal 129 caballerías, 44 manzanas y 9.916 varas cuadradas de terreno, según la escritura pública 5475, folio 55 del libro 34 inscrita en el Registro General de la Propiedad.  Tierra que han administrado de una manera muy especial bajo su propia normativa establecida en el Acuerdo Gubernativo de fecha 29 de marzo de 1944 que contiene los estatutos de esta comunidad indígena. Para los efectos legales de acuerdo a los estatutos de esta comunidad indígena en relación a la tenencia de tierra se consideran tres categorías: colectivo-propietario, condueño-poseedor y extraños-arrendatarios.

La propiedad comunal data del 2 de agosto de 1664 de conformidad con las escrituras que existen, cuando el rey de España por gestiones de los primeros pobladores indígenas donó la primera fracción para la constitución del pueblo de Yupiltepeque. La segunda fue una compra que se efectuó el 12 de agosto de 1879 al gobierno de Justo Rufino Barrios, con la cual se formaron las aldeas de El Jícaro, Estanzuela y El Amatillo.  La compra de esta fracción la llevaron a cabo las cofradías de San Nicolás, Santa Cruz, San Juan y Virgen de Concepción, para lo cual tuvieron que vender la lana del ganado de su propiedad. La primera fracción de tierra adquirida es la que hoy integran las aldeas de Pueblo Viejo, El Sillón, Las Brisas, El Tetunte (ahora San José Vista Hermosa), El Sauce, El Llano, El Calvario, Las Lajas y la Perla. El 22 de abril de 1881 se obtuvo un solo título que une las dos fracciones en el Registro General de la Propiedad. El 29 de marzo de 1944 fue reconocida por el Estado la normativa propia de la administración de esta tierra.
La Comunidad Indígena Xinka de San Juan Yupiltepeque es la expresión organizada de los indígenas que pueblan el municipio. Aunque desde el siglo XVI reconocen una historia organizacional, la forma actual de la comunidad data de la década de 1920 y fue legalizada el 29 de  marzo de 1944. Sus estatutos dicen que “la Comunidad Indígena de San Juan Yupiltepeque, Jutiapa, es un conglomerado de personas unidas por vínculos raciales e intereses comunes, asociados para conservar los bienes que constituyen el patrimonio de la misma, para la explotación de sus terrenos, intensificación de la agricultura, desarrollo de la industria y mejoramiento cultural de los asociados.”

La Junta Directiva está compuesta por siete miembros que permanecen en sus funciones por un período de dos años. Cuenta con dos representantes por aldea que están al tanto de los problemas respecto a la tierra. Los estatutos de la comunidad desempeñan un papel importante en la regularización de las tierras comunales, ya que todos los condueños, poseedores y usufructuarios de terrenos se someten a sus disposiciones. Los derechos de posesión de los comuneros, así como sus transacciones de compraventa están regidas por las mismas normas.

Los comuneros pagan un derecho anual, de acuerdo a la extensión de terreno que han declarado como posesión. No existe certeza sobre la superficie de tierra en manos de cada comunero, por lo que la Junta Directiva piensa realizar un censo de tierras. De esta manera podrán estimar exactamente el derecho anual y regular herencias, traspasos y arriendos, entre otros actos.

Alguien que no es de la comunidad únicamente puede explotar tierras bajo la figura de arrendamiento. Si un extraño contrae matrimonio con una mujer de la comunidad, tiene derecho a trabajar tierras de la comunidad, pero se trata únicamente de un derecho de uso. Los hijos heredan el derecho de posesión de la parcela. Cuando no hay herederos, las parcelas regresan a la propiedad de la comunidad. En relación a la tenencia de la tierra ésta se encuentra distribuida de la siguiente manera: un 98% es propiedad comunal y el restante dos por ciento se considera.

LAS LOMAS DE CHIQUIMULILLA, SANTA ROSA.

Esta comunidad habita en el barrio de San Sebastián en la ciudad de Chiquimulilla, cabecera del municipio del mismo nombre en el departamento de Santa Rosa en el pacífico de Guatemala. Está formada por cerca de 200 familias que son a la vez condueños de un terreno comunal ubicado a cinco kilómetros de la ciudad con una superficie de 270 hectáreas (6 cab). Su título de propiedad comunal data de 1889 y está inscrito en el Registro de la propiedad (números 1227 y 344, folios 215 y 76, libros 48 y 23 de Santa Rosa).

En Chiquimulilla existen dos barrios indígenas: Santiago y San Sebastián. Ambos poseían terrenos comunales, los indígenas de Santiago poseían El Astillero (1,5 caballerías equivalente a 67,5 hectáreas) situado en las tierras bajas del municipio y San Sebastián, El Pajal que aún conserva. En la década de 1960, El Astillero fue parcelado por el Instituto Nacional de Transformación Agraria (INTA) y entregado a sus antiguos comuneros y otros beneficiarios. El hecho que ambos barrios poseyeran terrenos comunales en áreas distintas definió un sistema de intercambio de productos basado en la complementariedad. El Astillero estaba ocupado por bosques de especies maderables y en El Pajal crecían gramíneas que se utilizaban para construir los techos de las viviendas. En consecuencia, San Sebastián trocaba paja para techo por madera para construir las casas con Santiago. Los bejucos (llamados localmente tripe vieja) que eran el otro material de construcción de la arquitectura tradicional se obtenían también mediante intercambio con la finca San Bernardo colindante con El Pajal. Las tierras no se utilizaban para cultivo y constituían la reserva de material de construcción para comunidades indígenas urbanas dedicadas a la agricultura en tierras propias o arrendadas y otros empleos urbanos. Hasta la década de 1960, estos barrios indígenas se caracterizaban por sus viviendas de madera con techo de paja y con una estructura amarrada con bejucos. En verano, los incendios frecuentemente afectaban gran cantidad de viviendas y esto provocó paulatinamente la sustitución de los techos por láminas de metal y, al parcelarse El Astillero y perderse el sistema de intercambio de materiales, con paredes de bloques de concreto.

Ambos terrenos, desde el siglo XIX, y antes según la memoria local, eran administrados por un principal electo por la comunidad que permanecía un año en su cargo, pudiendo ser reelecto. Este principal tenía a su cargo la gestión de la tierra, la asignación de sus productos, la administración del intercambio y la resolución de conflictos entre los comuneros. Para ello, contaba con una normativa consuetudinaria no escrita pero legitimada por la costumbre y la memoria local.

Principal, definía también la fecha en que “al toque del pito y el tambor”, los comuneros debían reunirse a limpiar los mojones del común, circundado por un muro de piedra en la mayor parte de su circunferencia. Una de las funciones del principal era la custodia de los títulos de propiedad comunal de 1889.
A principios de la década de 1970, Miguel Ángel García, principal de San Sebastián, preocupado por los incendios y el riesgo en que ponían la integridad de los títulos de propiedad decidió depositarlos en la municipalidad de Chiquimulilla, en cuyos archivos podrían estar protegidos. En 1980, los comuneros decidieron mejorar el camino desde el barrio San Sebastián hasta el terreno comunal y para ello solicitaron un préstamo de maquinaria a la Dirección General de Caminos. Recolectaron 17.500 quetzales y con ellos pudieron pagar combustible, salarios de los trabajadores de caminos que junto con su trabajo, permitió la construcción del camino hacia el común que es mantenido por los comuneros. En 1987, la comunidad gestionó un proyecto de agua potable para el cual debían obtener un derecho de paso cruzando la finca Tierra Grande Alta la que, a cambio, les solicitó otro derecho de paso que debía inscribirse como escritura de servidumbre. Al iniciar los trámites para esa escritura, en 1990, se percataron que El Pajal había sido inscrito a favor de la municipalidad durante el tiempo que esta había tenido sus títulos en depósito. Allí inició una lucha por la recuperación de derechos que culminó en 1995 cuando la municipalidad les reintegró sus títulos comunales.

Entre 1954 y 1995, cuando se firmó el AIDPI, los gobiernos militares y la guerra constituyeron un obstáculo para que la comunidad se pudiera reunir y tomar decisiones sobre sus tierras comunales, también para organizarse como comunidad indígena Xinka. Sin embargo, en 1980, decidieron sustituir el antiguo sistema de administración a cargo de un principal, por una Junta Directiva responsable del terreno del “pueblo indígena de Chiquimulilla” como reza la escritura de 1889. Esto, como una respuesta a los cambios sociales y productivos que enfrentaba la comunidad. Con la pérdida del sistema de intercambio las transformaciones en la arquitectura tradicional, la presión sobre la tierra y la invasión de las gramíneas tradicionales por pastos más agresivos, las tierras de El Pajal habían comenzado a ser cultivadas desde principios de la década de 1970 y era preciso un sistema de gestión capaz de manejar una mayor complejidad de uso y derechos. La Junta Directiva se constituyó basándose en una reglamentación que recoge los lineamientos generales del sistema consuetudinario que manejaban los principales pero aun rigiéndose cotidianamente por las normas no escritas que legitimó el derecho local de tierras durante generaciones.

Actualmente, la comunidad indígena xinka de San Sebastián mantiene su terreno comunal asignado en usufructo a sus comuneros que lo explotan siguiendo las normas definidas por su derecho consuetudinario. Una caballería y media continúan como bosque comunal y se ha reforestado con pinabete media caballería más con el propósito de proteger fuentes de agua y disponer en el futuro de productos del bosque. Para no repetir la experiencia de El Astillero, la comunidad no permite la construcción de viviendas en el común y solo tres familias han sido autorizadas a vivir allí, responsabilizándose además de cuidar los cultivos de los otros comuneros. Aunque disponen de títulos de propiedad legalmente inscritos, al igual que las otras comunidades xincas, afrontan invasiones de tierra por parte de finqueros colindantes que no reconocen sus derechos y cuentan con poco apoyo de las autoridades judiciales.

Los xincas de San Sebastián participan activamente en el proceso de recuperación de su identidad étnica junto con las otras comunidades y han constituido grupos de estudio sobre la lengua, las tradiciones y sus normas consuetudinarias de gestión territorial.

SAN CARLOS ALZATATE

El territorio en donde se encuentra en territorio Xinka por algunas evidencias: Los linderos de los terrenos están señalizados con zanjas y por el tapado negro que usan algunas mujeres de las comunidades vecinas. Estas dos son parte de esta cultura. En San Carlos Alzatate es el municipio de Jalapa, en el existen ancianos que hablan todavía la lengua Xinka.

Acompañado de su clima frío y nuboso y de sus comunidades Xinka y Pocoman de ellas es una muestra de su cultura y tradiciones.

El terreno xinka usted además de observar y estudiar su flora y fauna, la que es abundante y específica de la Zona de Vida Bosque Muy Húmedo Montano Bajo Subtropical, en el Cerro Miramundo.
Municipio del departamento de Jalapa. Se encuentra ubicado en la parte sur oriental del departamento, su extensión territorial es de 25 km2. Dista de la cabecera departamental Jalapa 54 km. Las coordenadas de localización del centro urbano son: latitud 14° 29’ 50” N; longitud, 90º 03’ 27” O y 1,720 MSNM. Celebra su feria patronal en honor a San Raymundo el 15 de marzo.

Fue creado el 2 de marzo de 1860, siendo sus primeros habitantes los indígenas que habitaban la aldea Alzatate en la hacienda El Potrero Grande, la cual pertenecía al departamento de Santa Rosa, esta fue dividida en sectores y el municipio recibió el nombre de Santa Cruz Alzatate; luego en honor a la imagen de San Raymundo de Peñaforth, se asignó el nombre de San Raymundo Alzatate a quien se le conoce como patrono del pueblo. En 1938 el intendente de este
Municipio, Tiburcio Santiago, lo denomino con el nombre de San Carlos Alzatate, como se le conoce actualmente.

En su territorio se eleva el volcán Alzatate, con 2,050 metros de altura y el Cerro Miramundo, importante punto de repetición y emisión de sistemas de telecomunicaciones del país.
Sus cultivos básicos son el maíz, frijol, trigo y frutas como duraznos, granadillas y anonas. Entre las artesanías se destacan la cerámica tipo alfarería, jarcia, muebles sencillos de madera, artículos de palma como escobas, trenza y sombreros de palma, cerería, trabajo del cuero, ladrillos y tejas para la construcción.

COMUNIDAD XINKA SANTA MARIA Y SANTA ANITA NIXTIKIPAKE IXHUATAN.


Santa María Ixhuatan es un pueblo que organizaron los españoles durante la colonia y al que le dieron el nombre de TODOS LOS SANTOS ISGUATAN, con el que figura en el índice alfabético de las Ciudades, Villas y Pueblos del Reino de Guatemala, dependiente del curato de Xinacatán, en el partido de Guazacapan.

No aparece en cambio entre los pueblos del Estado de Guatemala que se repartieron en circuitos para la administración de Justicia por el Sistema de Jurados que se decretó el 27 de agosto de 1,836, pero si está entre los municipios que formaban el Departamento de Santa Rosa al promulgarse la Constitución de la República de Guatemala de 1,879.


El origen de su nombre viene de Ixhuatan que significa Ixhuatl = palma o palmeras; Tlan = sufijo de locativo lo cual puede traducirse como “Lugar de Palmeras” (familia: palmaces). Título en lengua Xinka: Szampiyá.

En 1,835 fue creado como municipio del Estado de Guatemala en 1,836, aparece como municipio del departamento de Santa Rosa estado ubicada en su cabecera municipal donde actualmente se encuentra. Según acuerdo del 27 de enero de 1,875, se separa del municipio de Santa María Ixhuatán, la comunidad de Santa Anita Nixtiquipaque para formar un nuevo municipio, ubicado en su cabecera municipal en dicha comunidad, predominando en este nuevo municipio la cultura Xinka, pero en 1,937 para a integrar nuevamente como Aldea del municipio de Santa María Ixhuatan, regresando todos los libros de Registro de nacimiento, defunciones, cédulas y matrimonios así como los de matrícula de tierra a la municipalidad de Santa María Ixhuatan.

Es importante hacer mención que Santa María Ixhuatán, tenía dentro de su territorio tres fincas, La Finca Santa Bárbara registrada como Finca Nacional, donde hoy se encuentran asentadas las comunidades (aldeas), aldea Santa Bárbara, aldea El Cuje, aldea El Zapote, aldea El Pital, aldea Los Achiotes, aldea El Irayol y los caseríos de El Zaral, Los Amates y el Renacimiento, así como también la finca La Gloria y caserío Chanchonjo. Otra de las fincas es la Finca Nacional Chuchuapa, la cual fue entregada a una Cooperativa Agrícola, quedando un área para los comuneros donde actualmente se encuentra la aldea Chuchuapa.

El territorio del municipio se encuentra registrado en el registro de la Propiedad Inmueble a nombre de la Municipalidad, por lo que sus habitantes únicamente son poseedores usufructuarios que viven en tierras ejidales del municipio, lo que no les permite poder registrar la propiedad sobre los inmuebles que poseen.

El Título de Propiedad que fue otorgado por el Estado de Guatemala a la Municipalidad de Santa María Ixhuatán, se encuentra escrito en Lengua Xinka Szampiyá.






Recopilación por Rubén Carias.
Fuentes consultadas:
-Sitios Arqueológicos y lugares Sagrados del pueblo xinka. Autor: Copxig.)
-yosoyxinka.blogspot.com